El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El coronel de la Guardia Civil, ¿sospechoso?
Las escapatorias elegidas por José Manuel Soria para sacudirse de encima la corrupción del partido del que es presidente en Canarias han sido múltiples y de muy variado colorido. Primero empezó diciendo que no conocía de nada a los imputados en la Operación Eolo, a la que trató de echar cal viva en connivencia con Coalición Canaria con una obscena comisión de investigación parlamentaria que hizo sonrojar a medio PP y ue contó con la complicidad de los gamberros de CC . Luego, en Telde, arrasó por los detenidos aparentando lecciones ejemplarizantes, aunque estuvo a punto de nombrar candidato al alcalde detenido, Paco Valido. En Mogán ya se relajó del todo y, además de refrendar a Paquirrín y los suyos, arreció sus ataques al PSOE, a los jueces, a los fiscales y a una parte de la prensa. Pero especialmente se ensañó con el jefe superior de Policía, Narciso Ortega, al que considera una especie de comisario político puesto ahí para jeringarle la existencia. Ahora que el cuerpo que ha actuado en Santa Brígida es la Guardia Civil, ¿se convierte en sospechoso de la conspiración el coronel Agustín Castillo, comandante de ese cuerpo en Las Palmas?
Las escapatorias elegidas por José Manuel Soria para sacudirse de encima la corrupción del partido del que es presidente en Canarias han sido múltiples y de muy variado colorido. Primero empezó diciendo que no conocía de nada a los imputados en la Operación Eolo, a la que trató de echar cal viva en connivencia con Coalición Canaria con una obscena comisión de investigación parlamentaria que hizo sonrojar a medio PP y ue contó con la complicidad de los gamberros de CC . Luego, en Telde, arrasó por los detenidos aparentando lecciones ejemplarizantes, aunque estuvo a punto de nombrar candidato al alcalde detenido, Paco Valido. En Mogán ya se relajó del todo y, además de refrendar a Paquirrín y los suyos, arreció sus ataques al PSOE, a los jueces, a los fiscales y a una parte de la prensa. Pero especialmente se ensañó con el jefe superior de Policía, Narciso Ortega, al que considera una especie de comisario político puesto ahí para jeringarle la existencia. Ahora que el cuerpo que ha actuado en Santa Brígida es la Guardia Civil, ¿se convierte en sospechoso de la conspiración el coronel Agustín Castillo, comandante de ese cuerpo en Las Palmas?