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Cosas que nunca debieran pasar

La señora protagonista de esta historia se llama María Luisa, y hace poco tuvo un serio percance en el Centro de Estancia Diurna de mayores de Ingenio. La doña se cayó y se fracturó los huesos de la nariz, una lesión muy aparatosa y dolorosa, más a esas edades. Pues bien, a partir del accidente, todo fueron despropósitos: la trasladaron hasta el centro de salud que no era; se produjeron contradicciones acerca de los pormenores del suceso; se negó la concejala Carmen Rosa Cabrera a facilitar a la familia el preceptivo seguro de responsabilidad del Ayuntamiento de Ingenio frente a terceros, y se remató con una espectacular lavada de manos del personal de asuntos sociales, que trató de culpar a la familia y todo. La cosa acabó en la Guardia Civil, y ya hay intervención del fiscal. Pero nadie del Ayuntamiento se ha interesado por María Luisa, que el lunes ingresó en el Hospital Insular para ser operada de la cadera, seguramente por el mismo percance. Ah, después de haber dado tumbos por varios centros sanitarios. Estamos en Gran Canaria, en la Europa de los pueblos. En el siglo XXI.

La señora protagonista de esta historia se llama María Luisa, y hace poco tuvo un serio percance en el Centro de Estancia Diurna de mayores de Ingenio. La doña se cayó y se fracturó los huesos de la nariz, una lesión muy aparatosa y dolorosa, más a esas edades. Pues bien, a partir del accidente, todo fueron despropósitos: la trasladaron hasta el centro de salud que no era; se produjeron contradicciones acerca de los pormenores del suceso; se negó la concejala Carmen Rosa Cabrera a facilitar a la familia el preceptivo seguro de responsabilidad del Ayuntamiento de Ingenio frente a terceros, y se remató con una espectacular lavada de manos del personal de asuntos sociales, que trató de culpar a la familia y todo. La cosa acabó en la Guardia Civil, y ya hay intervención del fiscal. Pero nadie del Ayuntamiento se ha interesado por María Luisa, que el lunes ingresó en el Hospital Insular para ser operada de la cadera, seguramente por el mismo percance. Ah, después de haber dado tumbos por varios centros sanitarios. Estamos en Gran Canaria, en la Europa de los pueblos. En el siglo XXI.