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Cosas que no debieron suceder en Hoya Pozuelo

Hay cosas que jamás debieron suceder en la urbanización Hoya Pozuelo, cuyos propietarios viven un calvario desde que se enteraron de que parte de esas viviendas invadían zona de protección de Costas. Están convencidos de que el promotor y sus socios eran conscientes desde el primer día de esa ilegalidad y que la ocultaron deliberadamente para poder vender la totalidad de la promoción. Ninguno fue advertido, ni a se les aplicó un precio especial o un contrato de recompra en el caso de que saltara la liebre. Compraron de buena fe y ahora se ven en la terrible tesitura de pagar una hipoteca por algo que es carne de piqueta, a la vez que habrán de buscarse una nueva vivienda a donde trasladarse. Cortezo lo ha intentado de todas las maneras, y es encomiable su intento de legalizar las viviendas reclamando de Costas un nuevo deslinde que dejara fuera del dominio público su urbanización. Pero no ha sido posible. Desconocemos a qué acuerdos puede haber llegado con el Gobierno de Paulino Rivero para que se haya detenido la ejecución judicial, pero de llegar a producirse ésta, debería de indemnizar a los afectados para que sus vidas no se estropeen por su negligencia y la de sus socios, entre otros, Luis Hernández.

Hay cosas que jamás debieron suceder en la urbanización Hoya Pozuelo, cuyos propietarios viven un calvario desde que se enteraron de que parte de esas viviendas invadían zona de protección de Costas. Están convencidos de que el promotor y sus socios eran conscientes desde el primer día de esa ilegalidad y que la ocultaron deliberadamente para poder vender la totalidad de la promoción. Ninguno fue advertido, ni a se les aplicó un precio especial o un contrato de recompra en el caso de que saltara la liebre. Compraron de buena fe y ahora se ven en la terrible tesitura de pagar una hipoteca por algo que es carne de piqueta, a la vez que habrán de buscarse una nueva vivienda a donde trasladarse. Cortezo lo ha intentado de todas las maneras, y es encomiable su intento de legalizar las viviendas reclamando de Costas un nuevo deslinde que dejara fuera del dominio público su urbanización. Pero no ha sido posible. Desconocemos a qué acuerdos puede haber llegado con el Gobierno de Paulino Rivero para que se haya detenido la ejecución judicial, pero de llegar a producirse ésta, debería de indemnizar a los afectados para que sus vidas no se estropeen por su negligencia y la de sus socios, entre otros, Luis Hernández.