El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Las cosas por su nombre
También tenemos cosas que contarles del viaje del presidente de Canarias a Marruecos, que está dando mucho de sí, tanto para la crónica oficial como para la paralela, la que más nos gusta en ocasiones. La primera jornada se ha saldado con un presidente canario absolutamente eufórico tras entrevistarse con el presidente de la Cámara de Representantes, el socialista Abdelaouahed Radi, un intelectual al más puro estilo árabe pero con el talante que necesita el vecino país para continuar en su lenta senda modernizadora en todos los sentidos. Pero si Radi mostró la cara más amable del sistema, minutos antes su homólogo de la Cámara de Consejeros (donde se sientan representantes del mundo de la empresa, el comercio y determinados poderes no tan representativos), dio la de cal. Tanto que a muchos periodistas les dio por pensar que sobraban en aquella reunión o que alguien se olvidó de advertir a tamaña personalidad que había plumillas delante. El hombre llamó a las cosas por su nombre, es decir, por el nombre que él da a las cosas. La cara del presidente canario era un poema porque Mustapha Oukacha no se cortó un pelo a la hora de definir la actitud de Canarias en determinadas cosas de la integridad territorial de Marruecos (el conflicto del Sahara, para entendernos), el papel de Argelia (país al que acusó abiertamente de alentar el conflicto), y hasta no se sabe muy bien qué historia de polisarios que hacen peligrar la vida de los marroquíes en Las Palmas. Por no mencionar su particular visión sobre lo que ganábamos los canarios con la pesca marroquí y lo poco que a cambio obtenía ese país. Al final los periodistas decidieron que lo mejor era ponerle un poco de sordina, no fuera a ser que dándole mucho rango haya otra crisis internacional tipo perejil.
También tenemos cosas que contarles del viaje del presidente de Canarias a Marruecos, que está dando mucho de sí, tanto para la crónica oficial como para la paralela, la que más nos gusta en ocasiones. La primera jornada se ha saldado con un presidente canario absolutamente eufórico tras entrevistarse con el presidente de la Cámara de Representantes, el socialista Abdelaouahed Radi, un intelectual al más puro estilo árabe pero con el talante que necesita el vecino país para continuar en su lenta senda modernizadora en todos los sentidos. Pero si Radi mostró la cara más amable del sistema, minutos antes su homólogo de la Cámara de Consejeros (donde se sientan representantes del mundo de la empresa, el comercio y determinados poderes no tan representativos), dio la de cal. Tanto que a muchos periodistas les dio por pensar que sobraban en aquella reunión o que alguien se olvidó de advertir a tamaña personalidad que había plumillas delante. El hombre llamó a las cosas por su nombre, es decir, por el nombre que él da a las cosas. La cara del presidente canario era un poema porque Mustapha Oukacha no se cortó un pelo a la hora de definir la actitud de Canarias en determinadas cosas de la integridad territorial de Marruecos (el conflicto del Sahara, para entendernos), el papel de Argelia (país al que acusó abiertamente de alentar el conflicto), y hasta no se sabe muy bien qué historia de polisarios que hacen peligrar la vida de los marroquíes en Las Palmas. Por no mencionar su particular visión sobre lo que ganábamos los canarios con la pesca marroquí y lo poco que a cambio obtenía ese país. Al final los periodistas decidieron que lo mejor era ponerle un poco de sordina, no fuera a ser que dándole mucho rango haya otra crisis internacional tipo perejil.