El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Los que se creyeron intocables
Banqueros, magistrados, pastores de la Iglesia, políticos de la más alta alcurnia. Se creyeron un día que habían alcanzado el cielo de la intocabilidad, la invulnerabilidad absoluta, la distancia perfecta entre el pueblo que los encumbraba, los elegía o los refrendaba y las leyes emanadas del pueblo para poner un límite al desafuero. La crisis económica y, con ella, la sacudida de indignación ciudadana, los devuelve a la realidad, los convierte en humanos. Por mucho que el Gobierno se enroque y con sus torres y sus peones proteja figuras intocables como los banqueros que han hundido al sistema financiero español, terminarán por rendir cuentas ante el pueblo y, en cuanto se organicen iniciativas judiciales, pagando el quebranto ante un tribunal.
Banqueros, magistrados, pastores de la Iglesia, políticos de la más alta alcurnia. Se creyeron un día que habían alcanzado el cielo de la intocabilidad, la invulnerabilidad absoluta, la distancia perfecta entre el pueblo que los encumbraba, los elegía o los refrendaba y las leyes emanadas del pueblo para poner un límite al desafuero. La crisis económica y, con ella, la sacudida de indignación ciudadana, los devuelve a la realidad, los convierte en humanos. Por mucho que el Gobierno se enroque y con sus torres y sus peones proteja figuras intocables como los banqueros que han hundido al sistema financiero español, terminarán por rendir cuentas ante el pueblo y, en cuanto se organicen iniciativas judiciales, pagando el quebranto ante un tribunal.