El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
A por el cuarto juez
A partir de este lunes se ha hecho cargo de las diligencias abiertas por el asesinato de la enfermera Laura G. el Juzgado de Instrucción número 7 de Telde, encargado de Violencia de Género en esa ciudad, la jurisdicción natural del caso por ser en ella donde tenía su domicilio la víctima de este presunto asesinato, del que se acusa a su marido, el también enfermero Iván R. Hasta el momento, y es de esperar que no surjan más traslados, las diligencias han pasado por Instrucción 1 y 3, así como por Violencia de Género 1 de Las Palmas de Gran Canaria, por algún motivo que se nos escapa y que quizás tenga más que ver con buenas intenciones que con afanes más humanos y pedestres. La titular de Instrucción 7 de Telde, Virginia Peña, es una juez de carrera joven y canaria que acaba de tomar posesión de su primer destino profesional. Aunque es su primera instrucción de gran calado, se le reconoce el temple y la formación suficientes como para ocuparse de las diligencias, por las que ya han pasado unos cuantos testigos pero que no ha hecho más que empezar a andar.
A partir de este lunes se ha hecho cargo de las diligencias abiertas por el asesinato de la enfermera Laura G. el Juzgado de Instrucción número 7 de Telde, encargado de Violencia de Género en esa ciudad, la jurisdicción natural del caso por ser en ella donde tenía su domicilio la víctima de este presunto asesinato, del que se acusa a su marido, el también enfermero Iván R. Hasta el momento, y es de esperar que no surjan más traslados, las diligencias han pasado por Instrucción 1 y 3, así como por Violencia de Género 1 de Las Palmas de Gran Canaria, por algún motivo que se nos escapa y que quizás tenga más que ver con buenas intenciones que con afanes más humanos y pedestres. La titular de Instrucción 7 de Telde, Virginia Peña, es una juez de carrera joven y canaria que acaba de tomar posesión de su primer destino profesional. Aunque es su primera instrucción de gran calado, se le reconoce el temple y la formación suficientes como para ocuparse de las diligencias, por las que ya han pasado unos cuantos testigos pero que no ha hecho más que empezar a andar.