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Cuidado con las ruinas sorianas

Es un ruina este hombre, en el sentido más estricto del término. Nos referimos a nuestro admirado presidente del Cabildo de Soria, provincia de Las Palmas. Entró en nuestras vidas, en forma de alcalde, llevándose por delante el edificio Woermann alegando que aquello era una ruina, que por la noche se convertía en nido de vagos y maleantes. Así que, sin mediar palabra ni expediente, mandó la piqueta y se lo llevó por delante en un abrir y cerrar de ojos. Es de agradecer porque ahora, en lugar de edificio catalogado, tenemos rascacielos emblemático, que mola más. Luego vino lo del Centro Insular de Cultura, cuyo destino final conoceremos muy pronto tras su paso previo por la declaración de ruina. Y ahora le ha tocado -de nuevo- al Estadio Insular, donde un topógrafo, insistimos, un topógrafo enviado por el Cabildo, ha detectado que el edificio amenaza ruina y no se puede poner allí una pantalla de vídeo. No sabemos si fue el topógrafo al que enviaron en busca de inmigrantes e indigentes, porque dicen que fue así el modo en que se dieron cuenta del estado arquitectónico del inmueble. Lo dicho, ruina que toca ruina que arruina. Fuerte hombre éste.

Es un ruina este hombre, en el sentido más estricto del término. Nos referimos a nuestro admirado presidente del Cabildo de Soria, provincia de Las Palmas. Entró en nuestras vidas, en forma de alcalde, llevándose por delante el edificio Woermann alegando que aquello era una ruina, que por la noche se convertía en nido de vagos y maleantes. Así que, sin mediar palabra ni expediente, mandó la piqueta y se lo llevó por delante en un abrir y cerrar de ojos. Es de agradecer porque ahora, en lugar de edificio catalogado, tenemos rascacielos emblemático, que mola más. Luego vino lo del Centro Insular de Cultura, cuyo destino final conoceremos muy pronto tras su paso previo por la declaración de ruina. Y ahora le ha tocado -de nuevo- al Estadio Insular, donde un topógrafo, insistimos, un topógrafo enviado por el Cabildo, ha detectado que el edificio amenaza ruina y no se puede poner allí una pantalla de vídeo. No sabemos si fue el topógrafo al que enviaron en busca de inmigrantes e indigentes, porque dicen que fue así el modo en que se dieron cuenta del estado arquitectónico del inmueble. Lo dicho, ruina que toca ruina que arruina. Fuerte hombre éste.