Ya derrapa la comisión de desaparecidos

Se veía venir. La decisión de Coalición Canaria y del PP de montar una comisión de investigación parlamentaria sobre los menores desaparecidos en Canarias tenía mala pinta desde que la planteó ese cerebro de la política que es José Miguel Barragán. Para colmo de males, por si ya era poca la carga de infamia con la que nacía, a los socios del pacto de gobierno no se les ocurrió mejor cosa que poner de presidente a Fernando Figuereo Force, un dirigente del PP conejero muy necesitado de su minuto de gloria. Y éste le llegó de forma desastrosa este jueves durante una entrevista que le hicieron, ¡cómo no!, en el informativo mañanero de la radio autonómica, el que más truculencia y sensacionalismo destila de cuantos se hacen en esa emisora pública y en el conjunto de la radiodifusión canaria. Allí soltó su bomba fétida el señor Figuereo: además de Sara Morales y Yeremi Vargas, hay un tercer menor desaparecido en Canarias. La noticia corrió como la pólvora por todas las redacciones de los periódicos, y algunos (nosotros no) dieron pábulo a semejante burrada. La delegada del Gobierno tardó poco en desautorizar a este portento de la prudencia política.

Se veía venir. La decisión de Coalición Canaria y del PP de montar una comisión de investigación parlamentaria sobre los menores desaparecidos en Canarias tenía mala pinta desde que la planteó ese cerebro de la política que es José Miguel Barragán. Para colmo de males, por si ya era poca la carga de infamia con la que nacía, a los socios del pacto de gobierno no se les ocurrió mejor cosa que poner de presidente a Fernando Figuereo Force, un dirigente del PP conejero muy necesitado de su minuto de gloria. Y éste le llegó de forma desastrosa este jueves durante una entrevista que le hicieron, ¡cómo no!, en el informativo mañanero de la radio autonómica, el que más truculencia y sensacionalismo destila de cuantos se hacen en esa emisora pública y en el conjunto de la radiodifusión canaria. Allí soltó su bomba fétida el señor Figuereo: además de Sara Morales y Yeremi Vargas, hay un tercer menor desaparecido en Canarias. La noticia corrió como la pólvora por todas las redacciones de los periódicos, y algunos (nosotros no) dieron pábulo a semejante burrada. La delegada del Gobierno tardó poco en desautorizar a este portento de la prudencia política.