A derrochar, que pagamos todos

Tiempos estúpidos los que vivimos en los que el Gobierno de Mariano Rajoy recorta a Canarias las ayudas al agua potabilizada, suponemos que con la indisumulada satisfacción del alcalde de Toreno, que nos considera unos subsidiados de tres al cuarto, y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con mayoría absoluta del PP, se apresta a subir el recibo de ese bien primordial a sus vecinos para que la compañía Emalsa no entre en pérdidas. Tiempos estúpidos en los que se premia a los prohombres con rotondas, se mangonean las listas de invitados a los honores y ordenanzas para que el alcalde no sufra un síncope de mediocridad (o inferioridad). Tiempos de ineptos, de incapaces que ven cómo el césped de una rotonda se riega durante 48 horas de manera ininterrumpida y nadie hace nada por arreglarlo. Los vecinos llamaron pero en Emalsa estaban todos viendo el partido de fútbol, porque ahora en Emalsa se piensa en estadios, no en prestar un servicio adecuado y a un precio justo a los vecinos.

Tiempos estúpidos los que vivimos en los que el Gobierno de Mariano Rajoy recorta a Canarias las ayudas al agua potabilizada, suponemos que con la indisumulada satisfacción del alcalde de Toreno, que nos considera unos subsidiados de tres al cuarto, y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con mayoría absoluta del PP, se apresta a subir el recibo de ese bien primordial a sus vecinos para que la compañía Emalsa no entre en pérdidas. Tiempos estúpidos en los que se premia a los prohombres con rotondas, se mangonean las listas de invitados a los honores y ordenanzas para que el alcalde no sufra un síncope de mediocridad (o inferioridad). Tiempos de ineptos, de incapaces que ven cómo el césped de una rotonda se riega durante 48 horas de manera ininterrumpida y nadie hace nada por arreglarlo. Los vecinos llamaron pero en Emalsa estaban todos viendo el partido de fútbol, porque ahora en Emalsa se piensa en estadios, no en prestar un servicio adecuado y a un precio justo a los vecinos.