Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Ese desastre de ciudad que es Las Palmas de Gran Canaria

No levanta cabeza Las Palmas de Gran Canaria por culpa de funestas gestiones del pasado. No es culpa de la crisis, que no ha hecho más que profundizar en sus graves carencias, es culpa, en gran medida,de unos malos alcaldes y unos peores equipos. Un Ayuntamiento incapaz de ordenar su principal activo, sus trabajadores, con una avalancha de 350 enchufados en la etapa de José Manuel Soria y Pepa Luzardo (1995-2007), que fracasa ahora por pretender imponer una RPT ilegal, lo que desemboca en una plantilla inadecuada para sus necesidades, con graves agujeros en determinadas áreas por no hacer valer casi nunca el principio de capacidad y méritos. Unos cuantos alcaldes del pasado antepusieron en demasiadas ocasiones el cortoplacismo de los gestos electoralistas antes del futuro de la ciudad. Ahí tenemos para vergüenza mundial una biblioteca pública en peligro de demolición por una alcaldada de José Manuel Soria; o una inmensa deuda en expropiaciones urbanísticas dejadas por el hoy ministro a la que se ha sumado esta semana la de los 16 millones por una expropiación mal hecha y peor pagada que debió resolverse en su momento tan solo con una quinta parte. Esta última herencia, adelantada por Canarias7, no es de Soria, por mucho que éste haya sido el alcalde que, con diferencia, más agujeros negros dejó a las arcas municipales, sino del socialista Emilio Mayoral, que gobernó la ciudad en medio de un marasmo político sin precedentes y que, por falta de autoridad, ni siquiera mandaba sobre los funcionarios. Lo peor de todo esto es que ni la biblioteca, ni las torres del Canódromo, ni La Favorita, ni las expropiaciones ilegales las pagarán ninguno de los alcaldes que cometieron estos disparates: todo está saliendo del bolsillo de los vecinos de la ciudad gracias a unos impuestos que el actual alcalde, Juan José Cardona, prometió rebajar y no ha hecho otra cosa que seguir subiéndolos.

Adiós al Parque de la Música

El mandato de Juan José Cardona al frente de Las Palmas de Gran Canaria pasará a la historia como el de las ocurrencias y los parches. Hay una larga lista de tonterías dichas (y algunas hechas) que debió pensarse antes. Pero ya sabemos que la ciudad tiene un alcalde con un ingenio sin límites que luego transforma en actuaciones ridículas o, directamente, imposibles de ejecutar. Si el acuario de la zona portuaria fuera obra suya, ya podrían conformarse los vecinos, pero resulta que las medallas que Cardona se cuelga deberían corresponder en realidad al presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, que ni siquiera es de su partido pero que es capaz de aparcar en su gestión el sectarismo y las zancadillas para colaborar en propuestas en positivo. Mientras tanto, el alcalde se entretiene desmontando proyectos de su antecesor, Jerónimo Saavedra, como el destino cultural del viejo cuartel Manuel Lois, o ideas mucho más antiguas como la de recuperar para el uso ciudadano el suelo de El Rincón, lugar unánimemente escogido para instalar allí el Parque de la Música. Un viejo anhelo de la ciudad, que necesita un espacio amplio, alejado de las zonas eminentemente residenciales, donde acometer un auditorio al aire libre en condiciones de albergar grandes espectáculos, se ha convertido de repente en un área destinada a que la gente pague por aparcar y en un potrero de coches retirados por la grúa. Y lo mejor de todo es que esa transformación la vende el Ayuntamiento como un gran avance para la ciudad.

El debate del PSOE, en directo en Canarias Ahora

Hemos seguido con mucha atención en este periódico el proceso de primarias en el Partido Socialista Canario-PSOE, calentado de manera especial a partir del momento en el que José Miguel Pérez (ganador de las últimas) anunciara su retirada del terrero isleño. Tres candidatos con muy diferentes perfiles personales y profesionales se disputan el honor de ser los que opten a presidir Canarias, o en su defecto, a encabezar la lista socialista en mayo de 2015. La votación en las agrupaciones locales se celebrarán el domingo, pero este miércoles habrá un acto hasta ahora inédito: un debate entre los aspirantes que, a pesar de su constreñido formato, permitirá a los militantes y a los simpatizantes que se han inscrito conocer mejor lo que deben elegir el día 19. Ese debate, que tendrá lugar este miércoles a las 12.00 en el hotel escuela de Santa Cruz de Tenerife, será emitido en directo y en exclusiva por Canarias Ahora a través del sistema de streaming gracias las cámaras que posicionaremos en el salón donde comparecerán los debatientes. Allí estarán nuestros compañeros de Tenerife Ahora atendiendo a lo que ocurra y transmitiendo el ambiente y lo que se diga a través de las redes sociales. En Twitter se utilizará el hashtag #debatePSC.

Patricia Hernández pone la nota de color

Y no precisamente por el caoba de su pelo, que le queda muy bien y entona a la perfección con su temperamento. La candidata a primarias Patricia Hernández, diputada nacional y azote de personajes como Gallardón, se ha alzado en esta campaña con el premio Bubango de Oro al mayor patinazo tras quedar finalista con dos lapsus clamorosos. El primero fue en el programa Políticamente Incorrecto, que presenta en El Día Televisión nuestro compañero Pepe Moreno. Preguntada si conocía cuál es el PIB canario, la candidata contestó con esa frescura que le caracteriza increpando al periodista con algo así como que él debía saber que ese dato era un misterio para ella. Situación tensa que Hernández supo superar con simpatía y tronío pero que dejó en la audiencia un pequeño regusto de perplejidad, y no porque sea un valor que el televidente maneje cada día antes de salir a la plaza del mercado, sino porque a algunos seguro que sirvió para recordar tiempos recientes de dirigentes sin pajolera idea de economía y consecuencias catastróficas. El otro patinazo, que ha sido catalogado por el jurado como insuperable, lo protagonizó este mismo martes en el chat que protagonizó con los lectores de La Provincia. Un lector (o una lectora) le pidió que “con el corazón en la mano y a calzón quitado” le contestara si Canarias “está preparada para tener una mujer como presidenta” y si “no es más efectivo una candidata oriental teniendo en cuenta el número de votos de ambas provincia”. Es evidente que al hablar de oriental y referirse a “ambas provincias”, el interrogador se refería a la provincia oriental, lo que seguramente cogió despistada a Patricia Hernández, que contestó lo siguiente: “La primera pregunta [sic] es sí, estoy segura de que la sociedad canaria es más avanzada e igualitaria de lo que algunos nos quieren hacer pensar. La segunda, toda mi vida he luchado para que no se juzgue o discrimine a nadie por su color de piel, credo o el lugar donde nace. Así seguiré con todas mis fuerzas”. Es la mejor defensa étnica que jamás se haya hecho de los canariones, los conejeros y los majoreros.

El milagro de los panes y los peces

Algo habrá que hacer con el reglamento de primarias socialistas para que el despiporre no pase a mayores. Que se hayan inscrito para participar más simpatizantes que militantes tiene el PSOE en Canarias requiere a) revisar las cuotas para que todos entren en el partido; b) prohibir el acarreo, y c) rezar para que al menos 1.000 de los 10.000 que dicen que se apuntaron se pasen el domingo por las urnas, no vaya a parecer esto un inmenso tongo. Hay datos muy llamativos que refuerzan, por un lado, las sospechas del acarreo y, por otro, el magnífico equipo de ojeadores que tiene la aspirante Patricia Hernández. Porque ya tiene mucha miga que de esos 10.000 hijos (e hijas) de Julio Cruz (20.000 euracos para pagar el proceso, no está nada mal), casi la mitad se le atribuyan a la diputada y procedan de agrupaciones chiquititas como Vilaflor, que consiguió multiplicar por diez el número de espontáneos respecto al censo de militantes, superando a plazas como Santa Cruz de La Palma. O Guía de Isora, que captó nada menos que 500 potenciales votantes. Por no hablar de Adeje, feudo del padrino Rodríguez Fraga, que ha aportado a la causa la cantidad de 1.300 simpatizantes. Si es por avales y por captación de votantes, estas primarias las ganará la chicharrera. Porque sus contrincantes, que tampoco se quedaron atrás en esta segunda fase del proceso, están como poco a 4.000 euros, perdón, a 2.000 simpatizantes de distancia.

No levanta cabeza Las Palmas de Gran Canaria por culpa de funestas gestiones del pasado. No es culpa de la crisis, que no ha hecho más que profundizar en sus graves carencias, es culpa, en gran medida,de unos malos alcaldes y unos peores equipos. Un Ayuntamiento incapaz de ordenar su principal activo, sus trabajadores, con una avalancha de 350 enchufados en la etapa de José Manuel Soria y Pepa Luzardo (1995-2007), que fracasa ahora por pretender imponer una RPT ilegal, lo que desemboca en una plantilla inadecuada para sus necesidades, con graves agujeros en determinadas áreas por no hacer valer casi nunca el principio de capacidad y méritos. Unos cuantos alcaldes del pasado antepusieron en demasiadas ocasiones el cortoplacismo de los gestos electoralistas antes del futuro de la ciudad. Ahí tenemos para vergüenza mundial una biblioteca pública en peligro de demolición por una alcaldada de José Manuel Soria; o una inmensa deuda en expropiaciones urbanísticas dejadas por el hoy ministro a la que se ha sumado esta semana la de los 16 millones por una expropiación mal hecha y peor pagada que debió resolverse en su momento tan solo con una quinta parte. Esta última herencia, adelantada por Canarias7, no es de Soria, por mucho que éste haya sido el alcalde que, con diferencia, más agujeros negros dejó a las arcas municipales, sino del socialista Emilio Mayoral, que gobernó la ciudad en medio de un marasmo político sin precedentes y que, por falta de autoridad, ni siquiera mandaba sobre los funcionarios. Lo peor de todo esto es que ni la biblioteca, ni las torres del Canódromo, ni La Favorita, ni las expropiaciones ilegales las pagarán ninguno de los alcaldes que cometieron estos disparates: todo está saliendo del bolsillo de los vecinos de la ciudad gracias a unos impuestos que el actual alcalde, Juan José Cardona, prometió rebajar y no ha hecho otra cosa que seguir subiéndolos.

Adiós al Parque de la Música