Desayuno empresarial

Después del cónclave-almuerzo del jueves en el hotel Reina Isabel, la delegación empresarial negociadora que intenta encontrar un consenso de los de verdad para dar un hombre a la presidencia de la Comisión Económica de la CCE, varió lugar y hora. Con un sensible cambio en la plantilla de comensales, tocó desayuno en el hotel Santa Catalina. Todos, menos uno, al menos a juzgar por la voracidad mostrada, venían servidos de casa. Se juntaron el presi Mario Rodríguez, Germán Suárez el aglutinador, Sebastián Grisaleña y Juan Agustín Sánchez Bolaños. No hubo acuerdo sobre quién de los dos -Sebastián o Juan Agustín- será presidente de la mencionada comisión. Resulta lógico, porque una nube láctea planeaba en todo momento sobre el Santa Catalina. Los industriales insisten en vetar al líder de Cecapyme por su férrea lucha contra el AIEM, eso de un lado. Del otro, no resulta lógico que alguien ajeno a la CCE -léase JSP- pese tanto en las decisiones, ni que haya tanto afán por tenerle contento. Para terminar les desvelamos el misterio del interés de Juan Agustín Sánchez Bolaños por la presidencia de la comisión: el más que previsible regreso de Tony Rivero a la cúspide de Asinca.

Después del cónclave-almuerzo del jueves en el hotel Reina Isabel, la delegación empresarial negociadora que intenta encontrar un consenso de los de verdad para dar un hombre a la presidencia de la Comisión Económica de la CCE, varió lugar y hora. Con un sensible cambio en la plantilla de comensales, tocó desayuno en el hotel Santa Catalina. Todos, menos uno, al menos a juzgar por la voracidad mostrada, venían servidos de casa. Se juntaron el presi Mario Rodríguez, Germán Suárez el aglutinador, Sebastián Grisaleña y Juan Agustín Sánchez Bolaños. No hubo acuerdo sobre quién de los dos -Sebastián o Juan Agustín- será presidente de la mencionada comisión. Resulta lógico, porque una nube láctea planeaba en todo momento sobre el Santa Catalina. Los industriales insisten en vetar al líder de Cecapyme por su férrea lucha contra el AIEM, eso de un lado. Del otro, no resulta lógico que alguien ajeno a la CCE -léase JSP- pese tanto en las decisiones, ni que haya tanto afán por tenerle contento. Para terminar les desvelamos el misterio del interés de Juan Agustín Sánchez Bolaños por la presidencia de la comisión: el más que previsible regreso de Tony Rivero a la cúspide de Asinca.