El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Desesperanzado y 'marianizado'
En esas erróneas claves sorianas estaban en los mentideros de la Villa y Corte, donde incluso se citaba el nombre de la primera esposa de Larry Álvarez, Teresa Cruz, como una mujer puente que, desde su esperanzado madrileñismo de baja estopa, hacía de aguirrista insular ante el PP madrileño, con la venia de Pedro Jota. Pero de golpe y porrazo, de quien sabían que sus relaciones con Rajoy no eran malas sino peores, se lanzó al ruedo, salió de la cueva el mismísimo Soria y proclamó aquello de que don Mariano “es la persona, ahora mismo, en mejores condiciones”. Medida y cauta cortesía que con igual sutilidad fue respondida por don Mariano con aquello de la confianza recíproca entre ambos. Pero el mensaje estaba dado a los buenos entendedores: “Esperanza, conmigo que no cuenten”. Así que, desesperanzado, Soria inició su conversión mariana, aunque fuera sólo por interés mutuo.
En esas erróneas claves sorianas estaban en los mentideros de la Villa y Corte, donde incluso se citaba el nombre de la primera esposa de Larry Álvarez, Teresa Cruz, como una mujer puente que, desde su esperanzado madrileñismo de baja estopa, hacía de aguirrista insular ante el PP madrileño, con la venia de Pedro Jota. Pero de golpe y porrazo, de quien sabían que sus relaciones con Rajoy no eran malas sino peores, se lanzó al ruedo, salió de la cueva el mismísimo Soria y proclamó aquello de que don Mariano “es la persona, ahora mismo, en mejores condiciones”. Medida y cauta cortesía que con igual sutilidad fue respondida por don Mariano con aquello de la confianza recíproca entre ambos. Pero el mensaje estaba dado a los buenos entendedores: “Esperanza, conmigo que no cuenten”. Así que, desesperanzado, Soria inició su conversión mariana, aunque fuera sólo por interés mutuo.