El desmantelamiento del campo

Hernández no se ha mordido la lengua a la hora de desvelar una operación según la cual los prebostes del campo español se están pensando levantar sus plantaciones en suelo tanto canario como peninsular y repartir las semillas en suelo marroquí. Huelga decir que los terratenientes se quedan con los canales de distribución, o sea, con el trozo de pastel más sabrosón, lo que unido a que en el país africano los salarios son los de un lugar donde la explotación es casi modus vivendi, aumentaría sus beneficios en un buen porcentaje. La operación es económicamente perfecta, según las teorías del liberalismo salvaje que rigen en este mundo que nos toca vivir. Eso sí, ningún cepillo de iglesia soportaría una sola de esas monedas. Y en esas anda, Rafael. Cabizbajo y esperando nuevos salpafueras que está seguro le caerán sobre el colodrillo.

Hernández no se ha mordido la lengua a la hora de desvelar una operación según la cual los prebostes del campo español se están pensando levantar sus plantaciones en suelo tanto canario como peninsular y repartir las semillas en suelo marroquí. Huelga decir que los terratenientes se quedan con los canales de distribución, o sea, con el trozo de pastel más sabrosón, lo que unido a que en el país africano los salarios son los de un lugar donde la explotación es casi modus vivendi, aumentaría sus beneficios en un buen porcentaje. La operación es económicamente perfecta, según las teorías del liberalismo salvaje que rigen en este mundo que nos toca vivir. Eso sí, ningún cepillo de iglesia soportaría una sola de esas monedas. Y en esas anda, Rafael. Cabizbajo y esperando nuevos salpafueras que está seguro le caerán sobre el colodrillo.