El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La dichosa marina, completita
Si tienen alguna duda de lo que decimos, les invitamos a visitar www.palmasport.es, aunque ya les advertimos de que es muy posible que, cuando lean este comentario, ordenen retirar tantos disparates de la Red. Por ejemplo, en el lateral izquierdo de la página de bienvenida pueden contemplar un fabuloso botón con la imagen de La Gran Marina, a través del cual se entra en toda la ilegalidad completita. La web oficial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, diez días después de haber acatado la nulidad del concurso, después de haber sido propiciadora del mayor bochorno que un organismo público puede promover para una ciudad, todavía mantiene abierta al mundo la promoción del pelotazo en que se vio envuelta. Por si la quitan rápidamente, les contamos cosas que contiene. Por ejemplo, una declaración filosófica de lo que es La Gran Marina, la biografía de los seis arquitectos concursantes, el fallo del concurso, declarado ilegal por todo el mundo menos por el bufete Soria-Luzardo, el auto del TSJC desestimando la suspensión cautelar del concurso solicitada por el Colegio de Arquitectos y un canto a la legalidad de la operación suscrito por la comisión Puerto-Ciudad.
Si tienen alguna duda de lo que decimos, les invitamos a visitar www.palmasport.es, aunque ya les advertimos de que es muy posible que, cuando lean este comentario, ordenen retirar tantos disparates de la Red. Por ejemplo, en el lateral izquierdo de la página de bienvenida pueden contemplar un fabuloso botón con la imagen de La Gran Marina, a través del cual se entra en toda la ilegalidad completita. La web oficial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, diez días después de haber acatado la nulidad del concurso, después de haber sido propiciadora del mayor bochorno que un organismo público puede promover para una ciudad, todavía mantiene abierta al mundo la promoción del pelotazo en que se vio envuelta. Por si la quitan rápidamente, les contamos cosas que contiene. Por ejemplo, una declaración filosófica de lo que es La Gran Marina, la biografía de los seis arquitectos concursantes, el fallo del concurso, declarado ilegal por todo el mundo menos por el bufete Soria-Luzardo, el auto del TSJC desestimando la suspensión cautelar del concurso solicitada por el Colegio de Arquitectos y un canto a la legalidad de la operación suscrito por la comisión Puerto-Ciudad.