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Cuando dijo a una juez que no votó por Anfi Tauro

Pero la mentira más veces visionada, la que una buena parte de la prensa de Canarias resaltó en su momento, fue la cometida por José Manuel Soria nada menos que ante la magistrada que le investigaba por presunto cohecho impropio por el viaje del caso salmón. Soria tenía que demostrar que sus relaciones con el fallecido empresario Björn Lyng, al que aceptó una invitación a volar a Salzburgo y a Noruega en su jet particular, nada tenían que ver con su cargo de presidente del Cabildo y de presidente del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, instituciones ambas que debían decidir si el proyecto de Anfi Tauro, del Grupo Lyng, eran o no de interés general para librarse de la moratoria turística. Ante la magistrada Margarita Varona, Soria aseguró, con la solemnidad acostumbrada, que él no participó en la votación parlamentaria de marzo de 2007, la que ponía punto a final, de manera favorable, al expediente administrativo. El vídeo oficial del Parlamento de Canarias demuestra a las claras que Soria no solo votó, sino que lo hizo favorablemente. Claro que todo aquel cúmulo de pruebas no condujeron a que respondiera ante un tribunal por sus trapisondas. La causa quedó archivada porque la juez aseguró que, total, el avión de Lyng iba a volar igual y que él, su esposa y su hijo solo se sumaron a la expedición. La fiscalía no recurrió ante el Supremo porque consideró prescrito el delito, que a su juicio existió. Por cierto, tantos años después, los hoteles autorizados a Anfi Tauro siguen sin edificarse.

Pero la mentira más veces visionada, la que una buena parte de la prensa de Canarias resaltó en su momento, fue la cometida por José Manuel Soria nada menos que ante la magistrada que le investigaba por presunto cohecho impropio por el viaje del caso salmón. Soria tenía que demostrar que sus relaciones con el fallecido empresario Björn Lyng, al que aceptó una invitación a volar a Salzburgo y a Noruega en su jet particular, nada tenían que ver con su cargo de presidente del Cabildo y de presidente del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, instituciones ambas que debían decidir si el proyecto de Anfi Tauro, del Grupo Lyng, eran o no de interés general para librarse de la moratoria turística. Ante la magistrada Margarita Varona, Soria aseguró, con la solemnidad acostumbrada, que él no participó en la votación parlamentaria de marzo de 2007, la que ponía punto a final, de manera favorable, al expediente administrativo. El vídeo oficial del Parlamento de Canarias demuestra a las claras que Soria no solo votó, sino que lo hizo favorablemente. Claro que todo aquel cúmulo de pruebas no condujeron a que respondiera ante un tribunal por sus trapisondas. La causa quedó archivada porque la juez aseguró que, total, el avión de Lyng iba a volar igual y que él, su esposa y su hijo solo se sumaron a la expedición. La fiscalía no recurrió ante el Supremo porque consideró prescrito el delito, que a su juicio existió. Por cierto, tantos años después, los hoteles autorizados a Anfi Tauro siguen sin edificarse.