El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El discurso de luces y sombras
Asomaba Mario Rodríguez como podía de la tribuna -o taca-taca- que se coloca para la ocasión y desde el que al anfitrión larga el discurso de rigor. Era fácil superar al de Toni Rivero del año pasado, y Rodríguez lo superó por momentos, si bien en algunos estuvo flojo y en otros pasajes, sobrado. Se sobró, por ejemplo, en lo de la Gran Marisma, y olé, con los encajes de bolillos que hizo para decir a la autoridad competente que eso de las maquetas es lo mejor que nos ha pasado, para a continuación decir que hay que abrirse al mundo y a los arquitectos locales. Cumplió de ese modo con su compromiso con la alcaldesa y con el poder establecido, aunque le haya salido algún ronchón, o se le haya afectado la acetilcolina que, según explicó, viene a ser algo de las neuronas. O de la neurona, según el paciente en cuestión.
Asomaba Mario Rodríguez como podía de la tribuna -o taca-taca- que se coloca para la ocasión y desde el que al anfitrión larga el discurso de rigor. Era fácil superar al de Toni Rivero del año pasado, y Rodríguez lo superó por momentos, si bien en algunos estuvo flojo y en otros pasajes, sobrado. Se sobró, por ejemplo, en lo de la Gran Marisma, y olé, con los encajes de bolillos que hizo para decir a la autoridad competente que eso de las maquetas es lo mejor que nos ha pasado, para a continuación decir que hay que abrirse al mundo y a los arquitectos locales. Cumplió de ese modo con su compromiso con la alcaldesa y con el poder establecido, aunque le haya salido algún ronchón, o se le haya afectado la acetilcolina que, según explicó, viene a ser algo de las neuronas. O de la neurona, según el paciente en cuestión.