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Un disparate el día de San José

Efectivamente, la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha echado por tierra todos los argumentos (la verdad es que no fueron muchos) expuestos en marzo pasado por el magistrado Álvaro Gaspar Pardo de Andrade, que tuvo hasta la habilidad de dictarla el mismísimo día de San José, seguramente para que la inspiración y la conmiseración fueran totales. Nuestros lectores recordarán algunos pasajes memorables de aquella sentencia, en la que su señoría mostraba sus acrisoladas dotes para la prosa poética y para el retruécano jurídico (si es que existe tal figura, por lo que pedimos disculpas por anticipado a los más doctos del lugar). Porque el magistrado, titular de Primera Instancia 9, lejos de considerar ofensivo el término don Pepito y por tanto condenar por intromisión en el honor al director de CANARIAS AHORA y al propio periódico, se limitó a prohibirnos llamar así al chiripitifláutico editor desde aquel 19 de marzo en adelante. Y lo hizo con sentencias tan memorables como esta: “Don Carlos, haga el honor. Respire, cuente hasta tres, luego ensaye ante el espejo: adiós don Pepito; hola don José”. En aplicación inversa de tan magistrales consejos, y a la vista de la sentencia de la Audiencia Provincial que destroza los argumentos del juzgador de primera instancia, habremos de desoírle por completo y renovar nuestro saludo, pero ahora solemnemente: ¡Hola, don Pepito! ¡Adiós, don José!

Efectivamente, la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha echado por tierra todos los argumentos (la verdad es que no fueron muchos) expuestos en marzo pasado por el magistrado Álvaro Gaspar Pardo de Andrade, que tuvo hasta la habilidad de dictarla el mismísimo día de San José, seguramente para que la inspiración y la conmiseración fueran totales. Nuestros lectores recordarán algunos pasajes memorables de aquella sentencia, en la que su señoría mostraba sus acrisoladas dotes para la prosa poética y para el retruécano jurídico (si es que existe tal figura, por lo que pedimos disculpas por anticipado a los más doctos del lugar). Porque el magistrado, titular de Primera Instancia 9, lejos de considerar ofensivo el término don Pepito y por tanto condenar por intromisión en el honor al director de CANARIAS AHORA y al propio periódico, se limitó a prohibirnos llamar así al chiripitifláutico editor desde aquel 19 de marzo en adelante. Y lo hizo con sentencias tan memorables como esta: “Don Carlos, haga el honor. Respire, cuente hasta tres, luego ensaye ante el espejo: adiós don Pepito; hola don José”. En aplicación inversa de tan magistrales consejos, y a la vista de la sentencia de la Audiencia Provincial que destroza los argumentos del juzgador de primera instancia, habremos de desoírle por completo y renovar nuestro saludo, pero ahora solemnemente: ¡Hola, don Pepito! ¡Adiós, don José!