El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La doble ofensa
La ofensa era doble porque al desaire presupuestario se unía la desautorización a una de las propuestas que el presidente del PP canario lanzó ante la cúpula empresarial: un pacto antinacionalista entre populares y socialistas que desbanque a Paulino Rivero del poder en Canarias. La idea la aplauden con las orejas muchos empresarios, mayormente conservadores, y la repiten por todas las esquinas constantemente para ver si así termina calando como calaron en otros tiempos mantras del estilo “mira que perdemos inversiones por culpa de este Gobierno”. Grisaleña no se ha mojado ante esa propuesta y ha vuelto a aplicar su doctrina de la equidistancia y el más absoluto respeto a las opiniones que empezaban a ser ensordecedoras. El silencio lo quebró este jueves en La Molienda, el magazine de la tarde de CANARIAS AHORA RADIO, donde estalló del todo para reconocer lo que todo el mundo veía: una pinza en su contra promovida desde el PP con el respaldo de sectores empresariales afines a José Manuel Soria. Al menos ahora, porque entre ellos destacan algunos que lo fueron a Paulino Rivero y al nacionalismo canario.
La ofensa era doble porque al desaire presupuestario se unía la desautorización a una de las propuestas que el presidente del PP canario lanzó ante la cúpula empresarial: un pacto antinacionalista entre populares y socialistas que desbanque a Paulino Rivero del poder en Canarias. La idea la aplauden con las orejas muchos empresarios, mayormente conservadores, y la repiten por todas las esquinas constantemente para ver si así termina calando como calaron en otros tiempos mantras del estilo “mira que perdemos inversiones por culpa de este Gobierno”. Grisaleña no se ha mojado ante esa propuesta y ha vuelto a aplicar su doctrina de la equidistancia y el más absoluto respeto a las opiniones que empezaban a ser ensordecedoras. El silencio lo quebró este jueves en La Molienda, el magazine de la tarde de CANARIAS AHORA RADIO, donde estalló del todo para reconocer lo que todo el mundo veía: una pinza en su contra promovida desde el PP con el respaldo de sectores empresariales afines a José Manuel Soria. Al menos ahora, porque entre ellos destacan algunos que lo fueron a Paulino Rivero y al nacionalismo canario.