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Don Pepito, contra el PSOE por 540.000 euros

Vaya, así que era eso, una cuestión puramente económica. Don José Rodríguez Ramírez confesó este viernes públicamente cuáles son los motivos que le enfrentan al Partido Socialista, “que castiga a esta isla [Tenerife] y a una empresa [la editora del periódico El Día] de forma infamante”. El castigo a Tenerife no lo vamos a relatar aquí porque no nos cabría el argumentario pepitiano. Pero el que ha sufrido la empresa editora se reduce a una multa de 90 millones de las antiguas pesetas (540.000 euros, más o menos) “que hemos tenido que pagar por unas simplezas; unas débiles interferencias que fueron corregidas. El mismo error lo han cometido decenas de otras emisoras que, sin embargo, han salido inmunes (...) De ahí nuestras simpatías al Partido Socialista”, confiesa el inquieto editorialista. La emisora no es otra que Radio El Día, que fue multada por la Dirección General de Telecomunicaciones por ocupar frecuencias ajenas sin la preceptiva autorización administrativa. Lo empezamos a entender todo. Y Santiago Pérez, también.

Vaya, así que era eso, una cuestión puramente económica. Don José Rodríguez Ramírez confesó este viernes públicamente cuáles son los motivos que le enfrentan al Partido Socialista, “que castiga a esta isla [Tenerife] y a una empresa [la editora del periódico El Día] de forma infamante”. El castigo a Tenerife no lo vamos a relatar aquí porque no nos cabría el argumentario pepitiano. Pero el que ha sufrido la empresa editora se reduce a una multa de 90 millones de las antiguas pesetas (540.000 euros, más o menos) “que hemos tenido que pagar por unas simplezas; unas débiles interferencias que fueron corregidas. El mismo error lo han cometido decenas de otras emisoras que, sin embargo, han salido inmunes (...) De ahí nuestras simpatías al Partido Socialista”, confiesa el inquieto editorialista. La emisora no es otra que Radio El Día, que fue multada por la Dirección General de Telecomunicaciones por ocupar frecuencias ajenas sin la preceptiva autorización administrativa. Lo empezamos a entender todo. Y Santiago Pérez, también.