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Una ejecutiva imprevisible

Como habrán leído en las crónicas, el congreso insular del PSOE de Tenerife lo perdió Javier Abreu, que se perfilaba como favorito antes de que desde la dirección regional se pariera la idea de lanzar a una liebre, Manuel González, y luego sacar al conejo de la chistera, Manuel Fumero. El resultado fue un vaivén de sumas y restas que seguramente inclinó en favor de Fumero la representación de Arona, o vaya usted a saber cuál. El poder municipal no quería a Abreu, aun siendo el primer teniente de alcalde de La Laguna uno de los más eficaces ejecutores de las políticas que al poder municipal interesaban. Vale como chico de los recados, no como secretario general, debieron pensarse los alcaldes en aplicación del extendido error de que nadie puede evolucionar y progresar dentro de los partidos excepto ellos. Pero la nueva Ejecutiva, en la que hasta Abreu coló a alguno de los suyos, puede prometer y promete sencillamente porque es imprevisible a priori. Así, el nuevo presidente insular, Rafael Yánez, es una buena elección por ser considerado un militante ejemplar que defendió en su día a Santiago Pérez y que daría un brazo seguramente por su regreso. Pero a su vez es riguroso, metódico y con principios. Como Dulce González Doreste, una catedrática de Francés experimentada y seria. O el sindicalista Carlos Díaz, de Tegueste, o José Gregorio Pérez, teniente de alcalde de Los Silos. O el concejal de Urbanismo de Santa Cruz, José Ángel Martín, que sale reforzado para ser el nuevo hombre fuerte del PSOE en la capital. O Luis Beltri, que fuera secretario de Organización con el defenestrado Nacho Viciana? En fin, todo queda por ver en un partido del que muchos esperan poco ya a estas alturas.

Como habrán leído en las crónicas, el congreso insular del PSOE de Tenerife lo perdió Javier Abreu, que se perfilaba como favorito antes de que desde la dirección regional se pariera la idea de lanzar a una liebre, Manuel González, y luego sacar al conejo de la chistera, Manuel Fumero. El resultado fue un vaivén de sumas y restas que seguramente inclinó en favor de Fumero la representación de Arona, o vaya usted a saber cuál. El poder municipal no quería a Abreu, aun siendo el primer teniente de alcalde de La Laguna uno de los más eficaces ejecutores de las políticas que al poder municipal interesaban. Vale como chico de los recados, no como secretario general, debieron pensarse los alcaldes en aplicación del extendido error de que nadie puede evolucionar y progresar dentro de los partidos excepto ellos. Pero la nueva Ejecutiva, en la que hasta Abreu coló a alguno de los suyos, puede prometer y promete sencillamente porque es imprevisible a priori. Así, el nuevo presidente insular, Rafael Yánez, es una buena elección por ser considerado un militante ejemplar que defendió en su día a Santiago Pérez y que daría un brazo seguramente por su regreso. Pero a su vez es riguroso, metódico y con principios. Como Dulce González Doreste, una catedrática de Francés experimentada y seria. O el sindicalista Carlos Díaz, de Tegueste, o José Gregorio Pérez, teniente de alcalde de Los Silos. O el concejal de Urbanismo de Santa Cruz, José Ángel Martín, que sale reforzado para ser el nuevo hombre fuerte del PSOE en la capital. O Luis Beltri, que fuera secretario de Organización con el defenestrado Nacho Viciana? En fin, todo queda por ver en un partido del que muchos esperan poco ya a estas alturas.