Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

O empresarios canariones rascándose el bolsillo

Aunque parezca extravagante, en socorro de El Día también ha entrado en liza el mismísimo José Manuel Soria a través del Partido Popular de Tenerife, que ve en el insigne periódico un baluarte que conservar para tratar de tener un medio informativo afín. Sí, es cierto que don Pepito se ha instalado estos últimos años en una suerte de independentismo folclórico que es capaz un día de abrazar a las tesis más extremas de Antonio Cubillo (que en paz descanse) y al siguiente clamar por un alzamiento militar que ponga orden en la España que añora el editor. O ensalza hasta límites verdaderamente sorprendentes la figura de José Manuel Soria, para el que ha reclamado la justicia política de gobernar Canarias por haber encabezado la candidatura que en 2011 obtuvo mayor número de votos que el resto, borrando así de un plumazo de la memoria de sus lectores lo que le ocurrió al socialista López Aguilar en 2007. A Antonio Alarcó, senador del PP y hombre de la máxima confianza de Soria, se atribuye la idea de crear una fundación que asuma como activo la cabecera de El Día y, con las ventajas fiscales de esa figura jurídica, explote el diario, que no habría de abandonar de momento su bandera soberanista siempre que mantenga como objetivo principal apalear con ella al que se ha convertido en enemigo político para el diario y para el partido, Paulino Rivero. La idea debió tener buena recepción en don Pepito, al que se sitúa en más de una ocasión en el despacho ministerial de José Manuel Soria, que ha recibido al ilustre editor con los honores de ordenanza. La presencia de un periodista como Jorge Espinel, subdirector de El Día y persona ideológicamente muy próxima al PP, garantizaría un tránsito de línea editorial más acorde con quienes habrían de promover la referida fundación. No está descartada aún la posibilidad de que un grupo de empresarios afines al PP, mayormente grancanarios, se rasquen los bolsillos y contribuyan a ver cumplido el ansiado sueño del presidente de los conservadores canarios de tener a su disposición, sin discusiones de ningún tipo, un periódico con implantada cabecera en papel y correcta presencia en el mundo digital. Faltaría por saber cómo acogería ese hipotético escenario de desembarque canarión y de consecuente tinerfeñismo suavizado el lector tradicional de El Día. Y ATI, claro, que necesita tanto del diario de don Pepito como el diario de don Pepito de ATI.

Aunque parezca extravagante, en socorro de El Día también ha entrado en liza el mismísimo José Manuel Soria a través del Partido Popular de Tenerife, que ve en el insigne periódico un baluarte que conservar para tratar de tener un medio informativo afín. Sí, es cierto que don Pepito se ha instalado estos últimos años en una suerte de independentismo folclórico que es capaz un día de abrazar a las tesis más extremas de Antonio Cubillo (que en paz descanse) y al siguiente clamar por un alzamiento militar que ponga orden en la España que añora el editor. O ensalza hasta límites verdaderamente sorprendentes la figura de José Manuel Soria, para el que ha reclamado la justicia política de gobernar Canarias por haber encabezado la candidatura que en 2011 obtuvo mayor número de votos que el resto, borrando así de un plumazo de la memoria de sus lectores lo que le ocurrió al socialista López Aguilar en 2007. A Antonio Alarcó, senador del PP y hombre de la máxima confianza de Soria, se atribuye la idea de crear una fundación que asuma como activo la cabecera de El Día y, con las ventajas fiscales de esa figura jurídica, explote el diario, que no habría de abandonar de momento su bandera soberanista siempre que mantenga como objetivo principal apalear con ella al que se ha convertido en enemigo político para el diario y para el partido, Paulino Rivero. La idea debió tener buena recepción en don Pepito, al que se sitúa en más de una ocasión en el despacho ministerial de José Manuel Soria, que ha recibido al ilustre editor con los honores de ordenanza. La presencia de un periodista como Jorge Espinel, subdirector de El Día y persona ideológicamente muy próxima al PP, garantizaría un tránsito de línea editorial más acorde con quienes habrían de promover la referida fundación. No está descartada aún la posibilidad de que un grupo de empresarios afines al PP, mayormente grancanarios, se rasquen los bolsillos y contribuyan a ver cumplido el ansiado sueño del presidente de los conservadores canarios de tener a su disposición, sin discusiones de ningún tipo, un periódico con implantada cabecera en papel y correcta presencia en el mundo digital. Faltaría por saber cómo acogería ese hipotético escenario de desembarque canarión y de consecuente tinerfeñismo suavizado el lector tradicional de El Día. Y ATI, claro, que necesita tanto del diario de don Pepito como el diario de don Pepito de ATI.