El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Energías límpias, el reto imposible
Si nuestras notas no nos fallan, Paulino Rivero se olvidó de mencionar la gasificación de Canarias, en la que hasta el otro día estaba empeñado su Gobierno como cuestión principal. El problemón judicial al que se enfrenta Granadilla y la oposición que hasta su propio socio de Gobierno presenta en Arinaga, unida a la cada vez más lejana posibilidad de pingüe negocio, han motivado que los empresarios de Gascan hayan puesto pies en polvorosa. Y desactivados los muy nobles intereses en presencia, el gas parece haber quedado aparcado hasta mejor ocasión. Se entretuvo Rivero, eso sí, en anunciar retos imposibles, como que en 2011 estarán instalados y nutriendo la red energética canaria los 440 megavatios que Industria está tratando de adjudicar mediante un concurso eólico plagado de chapuzas y errores técnicos y nuevamente carne de contencioso-administrativo. Dijo Rivero que en 2015 espera cubrir con energías renovables un 30% de la generación eléctrica, otra quimera sabiendo que la actual inoperancia dejará secuelas que Canarias tardará en remontar. Salvo milagros, claro.
Si nuestras notas no nos fallan, Paulino Rivero se olvidó de mencionar la gasificación de Canarias, en la que hasta el otro día estaba empeñado su Gobierno como cuestión principal. El problemón judicial al que se enfrenta Granadilla y la oposición que hasta su propio socio de Gobierno presenta en Arinaga, unida a la cada vez más lejana posibilidad de pingüe negocio, han motivado que los empresarios de Gascan hayan puesto pies en polvorosa. Y desactivados los muy nobles intereses en presencia, el gas parece haber quedado aparcado hasta mejor ocasión. Se entretuvo Rivero, eso sí, en anunciar retos imposibles, como que en 2011 estarán instalados y nutriendo la red energética canaria los 440 megavatios que Industria está tratando de adjudicar mediante un concurso eólico plagado de chapuzas y errores técnicos y nuevamente carne de contencioso-administrativo. Dijo Rivero que en 2015 espera cubrir con energías renovables un 30% de la generación eléctrica, otra quimera sabiendo que la actual inoperancia dejará secuelas que Canarias tardará en remontar. Salvo milagros, claro.