“Aquí no entra ni dios”

Nuevo capítulo en el culebrón de la caída en barrena de Coalición Canaria. Al cambio de cerraduras en la sede bonaerense ejecutado el otro día por parte del sector romanista grancanario, ha seguido una operación alfa de las huestes de Mauricio. En la noche de este último martes, varios secuaces del otrora conseguidor se personaron en la sede de Buenos Aires con las escrituras de propiedad en la mano y colocaron en la puertita misma una dotación de vigilantes de seguridad con la consigna escueta, precisa y contundente de “aquí no entra ni dios”. Una orden tan drástica, a la par que piadosa, nos llevó inmediatamente a abrir un debate interno: sabedores del pasado comunista del camarada, es lógico suponerle una acentuada cuota de ateísmo, pero como sabemos que lo del comunismo lo superó a base de reuniones con empresarios, no descartamos en absoluto que mañana vaya a tener una visión reveladora en medio de un Consejo de Gobierno y comparezca en posterior rueda de prensa, junto a fray Antonio, para decirnos quién es ese “ni dios” que no puede entrar en la sede. A ver.

Nuevo capítulo en el culebrón de la caída en barrena de Coalición Canaria. Al cambio de cerraduras en la sede bonaerense ejecutado el otro día por parte del sector romanista grancanario, ha seguido una operación alfa de las huestes de Mauricio. En la noche de este último martes, varios secuaces del otrora conseguidor se personaron en la sede de Buenos Aires con las escrituras de propiedad en la mano y colocaron en la puertita misma una dotación de vigilantes de seguridad con la consigna escueta, precisa y contundente de “aquí no entra ni dios”. Una orden tan drástica, a la par que piadosa, nos llevó inmediatamente a abrir un debate interno: sabedores del pasado comunista del camarada, es lógico suponerle una acentuada cuota de ateísmo, pero como sabemos que lo del comunismo lo superó a base de reuniones con empresarios, no descartamos en absoluto que mañana vaya a tener una visión reveladora en medio de un Consejo de Gobierno y comparezca en posterior rueda de prensa, junto a fray Antonio, para decirnos quién es ese “ni dios” que no puede entrar en la sede. A ver.