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Ernestito el balsero

Es una pena que el alcalde de Santa Lucía, Silverio Matos, no aplique en su Corporación el muy democrático y lustroso reglamento que en el Cabildo de Gran Canaria y en el Ayuntamiento de Las Palmas aplican José Manuel Soria y Pepa Luzardo. Se hubiera ahorrado, de ese modo, el acalorado pleno de este viernes pasado, cuando se vio obligado a usar la fuerza pública para desalojar al muy liberal portavoz del PP, Ernesto Pérez Reyes, que casualmente viene a ser consejero del Cabildo. El alcalde Matos aplica otro reglamento mucho más flexible, por el cual, entre otras licencias para la participación de las fuerzas democráticas, se permite abordar temas nacionales o internacionales en las mociones de la oposición, cosa que está prohibida por Soria donde manda el PP. Por eso Pérez Reyes pudo defender, hasta ponerse histérico y un pelín facha, una moción condenando la dictadura de Fidel Castro en Cuba. O tratando de condenarla, porque perdió tanto los papeles que al final el dictador terminó siendo él.

Es una pena que el alcalde de Santa Lucía, Silverio Matos, no aplique en su Corporación el muy democrático y lustroso reglamento que en el Cabildo de Gran Canaria y en el Ayuntamiento de Las Palmas aplican José Manuel Soria y Pepa Luzardo. Se hubiera ahorrado, de ese modo, el acalorado pleno de este viernes pasado, cuando se vio obligado a usar la fuerza pública para desalojar al muy liberal portavoz del PP, Ernesto Pérez Reyes, que casualmente viene a ser consejero del Cabildo. El alcalde Matos aplica otro reglamento mucho más flexible, por el cual, entre otras licencias para la participación de las fuerzas democráticas, se permite abordar temas nacionales o internacionales en las mociones de la oposición, cosa que está prohibida por Soria donde manda el PP. Por eso Pérez Reyes pudo defender, hasta ponerse histérico y un pelín facha, una moción condenando la dictadura de Fidel Castro en Cuba. O tratando de condenarla, porque perdió tanto los papeles que al final el dictador terminó siendo él.