El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Escala de valores
Por la calidad humana de los ciudadanos se mide la altura de una ciudad. Se puede comprobar este aserto visitando urbes como Barcelona o Viena, por no mencionar otras con animus jeringandi. Pero la calidad humana de la gente no sólo se mide por el cuidado que prestan a la limpieza y al mantenimiento del mobiliario urbano de la ciudad que habitan, sino por otros valores como la hospitalidad, la tolerancia, el respeto a los demás o la alegría. La alcaldesa de Las Palmas valora la ciudad que dirige como “plural, limpia, segura y abierta” y, en la carta que envía a todo el que se empadrona en ella, pide “su ayuda para el cuidado de nuestro espacio y mobiliario urbano”. Debe ser la vara de medir que realmente importa en los tiempos que corren, porque ése y no otro es el ruego con el que remata su bienvenida al nuevo ciudadano.
Por la calidad humana de los ciudadanos se mide la altura de una ciudad. Se puede comprobar este aserto visitando urbes como Barcelona o Viena, por no mencionar otras con animus jeringandi. Pero la calidad humana de la gente no sólo se mide por el cuidado que prestan a la limpieza y al mantenimiento del mobiliario urbano de la ciudad que habitan, sino por otros valores como la hospitalidad, la tolerancia, el respeto a los demás o la alegría. La alcaldesa de Las Palmas valora la ciudad que dirige como “plural, limpia, segura y abierta” y, en la carta que envía a todo el que se empadrona en ella, pide “su ayuda para el cuidado de nuestro espacio y mobiliario urbano”. Debe ser la vara de medir que realmente importa en los tiempos que corren, porque ése y no otro es el ruego con el que remata su bienvenida al nuevo ciudadano.