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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Escandalizados por el teléfono de otro primo

Sobra decir que los dos protagonistas más recurrentes de las llamadas telefónicas intervenidas por la Policía por orden del juez Alexis Reyes son el alcalde de Mogán, Francisco González, y la que entonces era su primera teniente de alcalde y brazo derecho para los trabajos sucios (según sus propias palabras). Hay conversaciones verdaderamente llamativas si se las pone en relación con otras, aquellas en las que ambos políticos se dedican a actividades muy poco relacionadas con la vida pública. Porque llama poderosamente la atención que se quejen del gasto de teléfono móvil del funcionario Eduardo Marrero, Tato, primo del alcalde, que se encontraba entonces de baja (julio de 2006), mientras ellos se dedican a lo que se dedican:

Paquirrín: ¡Qué pasada! Cuarenta mil pesetas en teléfono, ¿eh?

Onalia: Sí, y no puede ser, ¿eh? y a toda este gente hay que empezar a restringirlos (sic).

Paquirrín: Es una pasada, ¿eh?

Por cierto, que el primo Tato debe ser un personaje influyente porque, según las conversaciones entre Onalia y Paquirrín, a aquellas alturas ya había enchufado a media familia:

Paquirrín: Mira a ver porque, macho, que si el cuñadito, que lo dejamos fijo, laboral, la Urbelinda, también por él.

Onalia: ¿Al cuñado lo dejamos fijo laboral?

Paquirrín: Sí, [y] al yerno o al ex yerno.

Sobra decir que los dos protagonistas más recurrentes de las llamadas telefónicas intervenidas por la Policía por orden del juez Alexis Reyes son el alcalde de Mogán, Francisco González, y la que entonces era su primera teniente de alcalde y brazo derecho para los trabajos sucios (según sus propias palabras). Hay conversaciones verdaderamente llamativas si se las pone en relación con otras, aquellas en las que ambos políticos se dedican a actividades muy poco relacionadas con la vida pública. Porque llama poderosamente la atención que se quejen del gasto de teléfono móvil del funcionario Eduardo Marrero, Tato, primo del alcalde, que se encontraba entonces de baja (julio de 2006), mientras ellos se dedican a lo que se dedican:

Paquirrín: ¡Qué pasada! Cuarenta mil pesetas en teléfono, ¿eh?