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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Esperpentos en el avión

Impresionante documento sonoro y gráfico, señoras y señores, el que se hubiera podido obtener este jueves en el vuelo de Binter entre Los Rodeos y Gando, a las tres de la tarde, si alguien hubiera colocado micros y cámara de modo subrepticio. Fue un vuelo auténticamente esperpéntico, dicho sea en aplicación del calificativo de moda, porque esperpéntico es que un salto de veinticinco minutos se convierta en una odisea de 65 como consecuencia de las maniobras militares que ocupan el suelo patrio y sus aguas territoriales. El comandante de Binter no sabía qué contar a su pasajeros después de la primera hora de explicaciones, porque todas eran variaciones sobre el mismo tema: estamos pendientes de que nos autoricen a hacer las maniobras de aproximación a Gran Canaria. La cosa se llegó a poner tensa por momentos, hubo alguna lagrimilla de frustración y nerviosismo, y algunos pasajeros llegaron a encender sus móviles para avisar a tierra de que no habían sido objetivo militar ni estaban sobrevolando cielo de la Casa Blanca.

Impresionante documento sonoro y gráfico, señoras y señores, el que se hubiera podido obtener este jueves en el vuelo de Binter entre Los Rodeos y Gando, a las tres de la tarde, si alguien hubiera colocado micros y cámara de modo subrepticio. Fue un vuelo auténticamente esperpéntico, dicho sea en aplicación del calificativo de moda, porque esperpéntico es que un salto de veinticinco minutos se convierta en una odisea de 65 como consecuencia de las maniobras militares que ocupan el suelo patrio y sus aguas territoriales. El comandante de Binter no sabía qué contar a su pasajeros después de la primera hora de explicaciones, porque todas eran variaciones sobre el mismo tema: estamos pendientes de que nos autoricen a hacer las maniobras de aproximación a Gran Canaria. La cosa se llegó a poner tensa por momentos, hubo alguna lagrimilla de frustración y nerviosismo, y algunos pasajeros llegaron a encender sus móviles para avisar a tierra de que no habían sido objetivo militar ni estaban sobrevolando cielo de la Casa Blanca.