El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El espontáneo del CIT
Los dos mantenedores de la gloria tinerfeña fueron el director-editor y propietario de El Día, José Rodríguez Ramírez, y un representante del Centro de Iniciativas Turísticas de Santa Cruz, Antonio Molano. Este último individuo tuvo incluso la desfachatez de responder a los discursos de los empresarios hablando en representación de los periodistas presentes. Todos se miraban perplejos, no sólo por la representación que se arrogó, sino por la encendida defensa de la postura empresarial que hizo sin que nadie le pidiera tanto. Luego, en sus numerosas y sentidas intervenciones, en una de las cuales confesó que le cuesta llegar a final de mes, fue desgranando su teoría sobre las ofensas a Tenerife, sólo aplaudidas -muy apasionadamente, eso sí- por don José. El espontáneo, al que nadie había invitado al almuerzo, resaltó “lo listos y trabajadores” que son los canariones, lo que no fue tan vitoreado por su compañero de mesa y de sensaciones. Don José lo corrigió: “Lo que tienen [los canariones] es mucha autoestima y mucha novelería”. Pues eso.
Los dos mantenedores de la gloria tinerfeña fueron el director-editor y propietario de El Día, José Rodríguez Ramírez, y un representante del Centro de Iniciativas Turísticas de Santa Cruz, Antonio Molano. Este último individuo tuvo incluso la desfachatez de responder a los discursos de los empresarios hablando en representación de los periodistas presentes. Todos se miraban perplejos, no sólo por la representación que se arrogó, sino por la encendida defensa de la postura empresarial que hizo sin que nadie le pidiera tanto. Luego, en sus numerosas y sentidas intervenciones, en una de las cuales confesó que le cuesta llegar a final de mes, fue desgranando su teoría sobre las ofensas a Tenerife, sólo aplaudidas -muy apasionadamente, eso sí- por don José. El espontáneo, al que nadie había invitado al almuerzo, resaltó “lo listos y trabajadores” que son los canariones, lo que no fue tan vitoreado por su compañero de mesa y de sensaciones. Don José lo corrigió: “Lo que tienen [los canariones] es mucha autoestima y mucha novelería”. Pues eso.