El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un estadio sin hisopo
Poco a poco vamos descubriendo razones de peso para explicarnos por qué no hay manera de que la UD Las Palmas gane un dichoso partido en el nuevo estadio de Gran Canaria, también conocido como Angulo Arena (¿cómo les irá a los atunes?, insistimos). Los conjuros con ajo y otros aditamentos mágicos no parecen producir efectos benefactores sobre los futbolistas, y la llegada del invierno, tan crudo por esos lares, amenaza aún más con espantar el necesario calor humano. Hemos preguntado por cosas menos terrenales y nos hemos enterado de un lapsus que bien pudiera explicarlo todo: el estadio no está bendecido. Sí, como lo oyen. Ni siquiera la larga e influyente mano del sector más opusdiano del PP, bajo cuya advocación se inauguró el recinto, se ha percatado de tan elemental ceremonia. El cura de la zona de Siete Palmas, José Miguel Armas Pepechu, párroco de Las Torres, está que trina porque a él nadie lo ha llamado, y tiene el agua bendita preparada desde hace meses. (Bueno, retiramos lo de Pepechu, que es poco formalito para algunos que nosotros sabemos).
Poco a poco vamos descubriendo razones de peso para explicarnos por qué no hay manera de que la UD Las Palmas gane un dichoso partido en el nuevo estadio de Gran Canaria, también conocido como Angulo Arena (¿cómo les irá a los atunes?, insistimos). Los conjuros con ajo y otros aditamentos mágicos no parecen producir efectos benefactores sobre los futbolistas, y la llegada del invierno, tan crudo por esos lares, amenaza aún más con espantar el necesario calor humano. Hemos preguntado por cosas menos terrenales y nos hemos enterado de un lapsus que bien pudiera explicarlo todo: el estadio no está bendecido. Sí, como lo oyen. Ni siquiera la larga e influyente mano del sector más opusdiano del PP, bajo cuya advocación se inauguró el recinto, se ha percatado de tan elemental ceremonia. El cura de la zona de Siete Palmas, José Miguel Armas Pepechu, párroco de Las Torres, está que trina porque a él nadie lo ha llamado, y tiene el agua bendita preparada desde hace meses. (Bueno, retiramos lo de Pepechu, que es poco formalito para algunos que nosotros sabemos).