El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Fedalime desembarca en la Cámara
Poco a poco se va notando la mano de José Miguel Suárez Gil en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas. Desde el primer día, el hombre se afanó en transmitir de puertas afuera un nuevo estilo de hacer las cosas, más endomingado, con más flashes y con más declaraciones públicas (con mayor o menor fortuna cada una de ellas). Un estilo con clara vocación de apertura al exterior, con muchas jornadas africanas y muchos bailes regionales con la cámara hermana y vecina. De paso que había chicharras y focos delante, la nueva Cámara se ha prodigado en avisos a navegantes acerca del encargo principal que llevó a la vía plateada hasta el apoltronaminento máximo: el frente marítimo de la ciudad de Las Palmas. Luego comenzó la segunda fase de la implantación, la que más tiene que ver con el funcionamiento interno, con el entorno del líder, que precisa compensar lealtades y sentirse seguro. Como primera medida, que el sueldo del conductor particular lo pague la Cámara, que al fin y al cabo son gastos de representación de la Corporación. No es que antes lo pagara él, pero Fedalime queda algo adelgazada ahora que el líder no se ocupa del día a día de la patronal alimentaria y no hay tantos recursos alimentarios como antes.
Poco a poco se va notando la mano de José Miguel Suárez Gil en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas. Desde el primer día, el hombre se afanó en transmitir de puertas afuera un nuevo estilo de hacer las cosas, más endomingado, con más flashes y con más declaraciones públicas (con mayor o menor fortuna cada una de ellas). Un estilo con clara vocación de apertura al exterior, con muchas jornadas africanas y muchos bailes regionales con la cámara hermana y vecina. De paso que había chicharras y focos delante, la nueva Cámara se ha prodigado en avisos a navegantes acerca del encargo principal que llevó a la vía plateada hasta el apoltronaminento máximo: el frente marítimo de la ciudad de Las Palmas. Luego comenzó la segunda fase de la implantación, la que más tiene que ver con el funcionamiento interno, con el entorno del líder, que precisa compensar lealtades y sentirse seguro. Como primera medida, que el sueldo del conductor particular lo pague la Cámara, que al fin y al cabo son gastos de representación de la Corporación. No es que antes lo pagara él, pero Fedalime queda algo adelgazada ahora que el líder no se ocupa del día a día de la patronal alimentaria y no hay tantos recursos alimentarios como antes.