Ferraz lo quiere en Canarias

Las discrepancias con López Aguilar parecen de momento pocas y bastante localizadas. Nadie da el nombre de la alternativa al secretario general, por mucho que suenen los nombres de Carolina Darias, José Miguel Pérez o el tándem Santiago Pérez-Arcadio Díaz Tejera. Ninguno de ellos ha mostrado ni en público ni en privado el menor asomo de pretender destronar al líder. Hay otras escaramuzas menos consistentes, como las perennes de José Segura, que tantea por aquí y por allá a ver cómo anda de revuelto el patio. Pero en cuanto los interesados o los curiosos miran para la sede madrileña del PSOE, cualquier atisbo de duda se desvanece: Zapatero quiere a Jotaflá en Canarias y ya se anuncian en determinados sectores del partido próximos y elocuentes gestos desde Ferraz para reforzar esa posición. Si nada se tuerce o se produce un cataclismo, López Aguilar volverá a ser candidato a la presidencia de Canarias en 2011, lo que significa que en otoño arreciarán los duros ataques que le infieren sus más conspicuos enemigos, incluidos los compañeros de partido.

Las discrepancias con López Aguilar parecen de momento pocas y bastante localizadas. Nadie da el nombre de la alternativa al secretario general, por mucho que suenen los nombres de Carolina Darias, José Miguel Pérez o el tándem Santiago Pérez-Arcadio Díaz Tejera. Ninguno de ellos ha mostrado ni en público ni en privado el menor asomo de pretender destronar al líder. Hay otras escaramuzas menos consistentes, como las perennes de José Segura, que tantea por aquí y por allá a ver cómo anda de revuelto el patio. Pero en cuanto los interesados o los curiosos miran para la sede madrileña del PSOE, cualquier atisbo de duda se desvanece: Zapatero quiere a Jotaflá en Canarias y ya se anuncian en determinados sectores del partido próximos y elocuentes gestos desde Ferraz para reforzar esa posición. Si nada se tuerce o se produce un cataclismo, López Aguilar volverá a ser candidato a la presidencia de Canarias en 2011, lo que significa que en otoño arreciarán los duros ataques que le infieren sus más conspicuos enemigos, incluidos los compañeros de partido.