Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Los jesuitas admiten por carta que tuvieron un cura abusador en Madrid
Radiografía y mapas de los ataques de Israel en Líbano: “Llevamos años esperando”
Opinión - La fiesta acaba de empezar. Por Esther Palomera

El fiscal que se jubiló

El expediente del caso Amorós durmió el sueño de los justos en la fiscalía del Tribunal de Cuentas porque el alto funcionario encargado de tramitarlo no estaba para muchos farolillos. Le quedaban escasos tres meses para su jubilación cuando recibió una o dos llamadas de Canarias y desde el mismo Madrid mostrando especial interés por no tener maldito interés en ese caso. El hombre, que tenía su corazoncito, entendió a la perfección el mensaje y guardó el caso Amorós en un cajón. Tanto lo guardó que pasó de estar almacenado a estar encajonado, es decir, archivado en un lugar de la Mancha de cuyo nombre ya casi ni nos acordamos. Cuando llegó Medina Jáber a la Audiencia de Cuentas de Canarias llamó a Madrid y le dijeron que estaba “archivado”, término que entendió el presidente del órgano canario del modo más administrativo posible. Y no era así.

El expediente del caso Amorós durmió el sueño de los justos en la fiscalía del Tribunal de Cuentas porque el alto funcionario encargado de tramitarlo no estaba para muchos farolillos. Le quedaban escasos tres meses para su jubilación cuando recibió una o dos llamadas de Canarias y desde el mismo Madrid mostrando especial interés por no tener maldito interés en ese caso. El hombre, que tenía su corazoncito, entendió a la perfección el mensaje y guardó el caso Amorós en un cajón. Tanto lo guardó que pasó de estar almacenado a estar encajonado, es decir, archivado en un lugar de la Mancha de cuyo nombre ya casi ni nos acordamos. Cuando llegó Medina Jáber a la Audiencia de Cuentas de Canarias llamó a Madrid y le dijeron que estaba “archivado”, término que entendió el presidente del órgano canario del modo más administrativo posible. Y no era así.