La foto más comentada de Fitur

Vaya por delante que el alcalde de Mogán, Francisco González, del PP -sector la culpa es del cha-cha-chá- es una persona libre como el viento, un presunto inocente cuya única limitación ante la Justicia es, de momento, presentarse cada diez días en el juzgado. Y no fugarse de España, claro. Por lo tanto, que esté en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) promocionando las excelencias de su municipio (que las tiene) no es reprochable. Más allá, claro, de que se le pueda afear que con la que está cayendo en su pueblo se permita ciertas alegrías. Pero aprovechando que era el objetivo de muchas miradas, González se permitió echar al PSOE la culpa de todos sus males, sin entrar a valorar en absoluto la naturaleza o justificación de los seis delitos que un juez le imputa. Y de remate, fue el único alcalde de toda Canarias que se coló de rondón, y produciendo una entrada por detrás prohibida claramente por el reglamento, en la fotografía de familia de las máximas autoridades turísticas insulares. Una foto que pasará a la posteridad, se lo adelantamos nosotros, que de posteridades vamos entendiendo un poquito. Y de fotos, también.

Vaya por delante que el alcalde de Mogán, Francisco González, del PP -sector la culpa es del cha-cha-chá- es una persona libre como el viento, un presunto inocente cuya única limitación ante la Justicia es, de momento, presentarse cada diez días en el juzgado. Y no fugarse de España, claro. Por lo tanto, que esté en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) promocionando las excelencias de su municipio (que las tiene) no es reprochable. Más allá, claro, de que se le pueda afear que con la que está cayendo en su pueblo se permita ciertas alegrías. Pero aprovechando que era el objetivo de muchas miradas, González se permitió echar al PSOE la culpa de todos sus males, sin entrar a valorar en absoluto la naturaleza o justificación de los seis delitos que un juez le imputa. Y de remate, fue el único alcalde de toda Canarias que se coló de rondón, y produciendo una entrada por detrás prohibida claramente por el reglamento, en la fotografía de familia de las máximas autoridades turísticas insulares. Una foto que pasará a la posteridad, se lo adelantamos nosotros, que de posteridades vamos entendiendo un poquito. Y de fotos, también.