La foto que siempre deseó don Pepito

Les ofrecemos para solaz y relajo de todos nuestros lectores la fotografía que siempre deseó obtener don José Rodríguez Ramírez, director-editor del periódico El Día, para colocarla en lugar destacado en su despacho de la calle Buenos Aires. En ella aparece un nutrido grupo de personas, más o menos 400, en su mayoría mujeres, llegadas de Tenerife a Gran Canaria para celebrar a su modo, y sin rozarse con la manifestación conmemorativa, el Día Internacional de la Mujer. En la plaza de Santa Ana y de la guisa que pueden ustedes observar, coincidieron las doñas con el acto institucional de entrega de distinciones a los bomberos de la ciudad. Fue por ello que el alcalde, Jerónimo Saavedra, saludó muy cordialmente con la concejal de Cohesión y Bienestar Social de Santa Cruz de Tenerife, Ángela Mena, esposa de Paulino Rivero. La expedición abanderada tinerfeña, como habrán colegido, acudió a Gran Canaria en son de paz, pero sin mezclarse. Pasó cerca de la manifestación de Vegueta pero prefirió tirar para Teror, lo que podría encolerizar al editor, defensor de las escencias candelarias como únicas, grandes y libres.

Les ofrecemos para solaz y relajo de todos nuestros lectores la fotografía que siempre deseó obtener don José Rodríguez Ramírez, director-editor del periódico El Día, para colocarla en lugar destacado en su despacho de la calle Buenos Aires. En ella aparece un nutrido grupo de personas, más o menos 400, en su mayoría mujeres, llegadas de Tenerife a Gran Canaria para celebrar a su modo, y sin rozarse con la manifestación conmemorativa, el Día Internacional de la Mujer. En la plaza de Santa Ana y de la guisa que pueden ustedes observar, coincidieron las doñas con el acto institucional de entrega de distinciones a los bomberos de la ciudad. Fue por ello que el alcalde, Jerónimo Saavedra, saludó muy cordialmente con la concejal de Cohesión y Bienestar Social de Santa Cruz de Tenerife, Ángela Mena, esposa de Paulino Rivero. La expedición abanderada tinerfeña, como habrán colegido, acudió a Gran Canaria en son de paz, pero sin mezclarse. Pasó cerca de la manifestación de Vegueta pero prefirió tirar para Teror, lo que podría encolerizar al editor, defensor de las escencias candelarias como únicas, grandes y libres.