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Un gobierno de navajeros

Tal y como vaticinábamos hace 48 horas, la sentencia de la juez Oliva iba a animar mucho, muchísimo, a los indecentes, los que promovieron esta denuncia, los que la prefabricaron y consiguieron lo que parecía impensable. Dicho y hecho. Este mismo viernes, en el pleno mensual del Ayuntamiento de Telde, saltaron las chispas provocadas por un Guillermo Reyes, número dos del Consistorio, que se mostró crecido como hacía tiempo. La sentencia le permitió comportarse como es, un matón de taberna que se dedica a amenazar a los demás en la creencia de que es intocable, impune. Esta vez le tocó recibir sus imprecaciones al portavoz del Partido Socialista, José Alcaraz, al que se dirigió de modo absolutamente intolerable amenazándole con airear ante la prensa no se sabe muy bien qué cosas de concejales que, según dijo, se han dedicado a vivir bien a costa de otros que son ricos. Cuando Alcaraz le exigió que no dejara sus bravatas sin colocarles nombres y apellidos, Reyes se atrevió a pronunciar los de un concejal de Nueva Canarias, Agustín Arencibia, que debe estar estudiando ya si le mete una querella a este señor tan ejemplar. Desacostumbrado a que le planten cara, terminó amenazando públicamente a Alcaraz con frases tan finas como “te vas a enterar” o “voy a sacar tus cosas”, lo que en absoluto ?más bien al contrario- alarmó a la señora alcaldesa, Mari Carmen Castellano, del PP. Alcaraz zanjó la polémica diciéndole a Reyes que no participaría en “debates de chafalmejas”, lo que llevó a la alcaldesa, otro portento del debate democrático, a pedir al socialista que no entrara “en el fondo”, algo que tachó de “imposible” Alcaraz dada la altura intelectual de sus interlocutores (Reyes y Castellano). Cada día que pasa y conocemos episodios como este nos volvemos a preguntar qué coño hace Coalición Canaria apoyando a un gobierno de navajeros.

Tal y como vaticinábamos hace 48 horas, la sentencia de la juez Oliva iba a animar mucho, muchísimo, a los indecentes, los que promovieron esta denuncia, los que la prefabricaron y consiguieron lo que parecía impensable. Dicho y hecho. Este mismo viernes, en el pleno mensual del Ayuntamiento de Telde, saltaron las chispas provocadas por un Guillermo Reyes, número dos del Consistorio, que se mostró crecido como hacía tiempo. La sentencia le permitió comportarse como es, un matón de taberna que se dedica a amenazar a los demás en la creencia de que es intocable, impune. Esta vez le tocó recibir sus imprecaciones al portavoz del Partido Socialista, José Alcaraz, al que se dirigió de modo absolutamente intolerable amenazándole con airear ante la prensa no se sabe muy bien qué cosas de concejales que, según dijo, se han dedicado a vivir bien a costa de otros que son ricos. Cuando Alcaraz le exigió que no dejara sus bravatas sin colocarles nombres y apellidos, Reyes se atrevió a pronunciar los de un concejal de Nueva Canarias, Agustín Arencibia, que debe estar estudiando ya si le mete una querella a este señor tan ejemplar. Desacostumbrado a que le planten cara, terminó amenazando públicamente a Alcaraz con frases tan finas como “te vas a enterar” o “voy a sacar tus cosas”, lo que en absoluto ?más bien al contrario- alarmó a la señora alcaldesa, Mari Carmen Castellano, del PP. Alcaraz zanjó la polémica diciéndole a Reyes que no participaría en “debates de chafalmejas”, lo que llevó a la alcaldesa, otro portento del debate democrático, a pedir al socialista que no entrara “en el fondo”, algo que tachó de “imposible” Alcaraz dada la altura intelectual de sus interlocutores (Reyes y Castellano). Cada día que pasa y conocemos episodios como este nos volvemos a preguntar qué coño hace Coalición Canaria apoyando a un gobierno de navajeros.