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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Golfos a go-gó

Perdió los papeles por completo el bueno de Borja Benítez de Lugo en unos momentos en que no debía. Se piensa retirar de la política en estos días y lo va a hacer de la peor manera: saltándose por la tremenda las mínimas normas de educación y de comportamiento parlamentario. Borja se sienta en el Parlamento a escasos metros de José Manuel Soria, y todos sabemos que el ilustre parlamentario, secretario de la Cámara, es persona de grandes reverencias a la autoridad. Y seguramente quiso tener un gesto original, de esos que le pudieran hacer pasar a la posteridad dentro del clan más violento y radical del PP. Por eso, y porque tiene su corazoncito, insultó gravemente a Alejandro Díaz, al que, entre otras lindezas, llamó “golfo”. Decir eso tan cerca del escaño de Soria entraña riesgos de alcance incalculable, aunque bien pensado, y dada la inmunidad parlamentaria, lo podía haber dicho dos veces. Para que nadie se quedara con la magua.

Perdió los papeles por completo el bueno de Borja Benítez de Lugo en unos momentos en que no debía. Se piensa retirar de la política en estos días y lo va a hacer de la peor manera: saltándose por la tremenda las mínimas normas de educación y de comportamiento parlamentario. Borja se sienta en el Parlamento a escasos metros de José Manuel Soria, y todos sabemos que el ilustre parlamentario, secretario de la Cámara, es persona de grandes reverencias a la autoridad. Y seguramente quiso tener un gesto original, de esos que le pudieran hacer pasar a la posteridad dentro del clan más violento y radical del PP. Por eso, y porque tiene su corazoncito, insultó gravemente a Alejandro Díaz, al que, entre otras lindezas, llamó “golfo”. Decir eso tan cerca del escaño de Soria entraña riesgos de alcance incalculable, aunque bien pensado, y dada la inmunidad parlamentaria, lo podía haber dicho dos veces. Para que nadie se quedara con la magua.