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Un ''hilillo de pestilencia''

Fue un famoso ministro del Interior, de nombre Mariano y de apellido Rajoy, quien dijo una vez que del Prestige sólo fluían hacia la superficie unos hilillos de plastilina que en realidad eran fuel oil a lo grande. El PP acostumbra a resolver sus problemas rebautizándolos o encasquetándoselos al que viene detrás. En Las Palmas de Gran Canaria, donde se han padecido nada menos que doce años seguidos de gestión de ese partido, ya tienen sus propios hilillos, los de la pestilencia que fluye de una red de saneamiento que nadie se ha ocupado de actualizar pese a las advertencias. Es una de las herencias dejadas por Soria y Pepa junto a los dos centenares de millones de euros que calcula la actual mayoría gobernante que habrá que pagar entre sentencias perdidas y expropiaciones escondidas en los cajones de las oficinas municipales, sin contar los agujeros en las empresa públicas, que siguen dando disgustos sin fin. Es verdad, la gestión del PP desprende un tufo muy desagradable que todo lo invade.

Fue un famoso ministro del Interior, de nombre Mariano y de apellido Rajoy, quien dijo una vez que del Prestige sólo fluían hacia la superficie unos hilillos de plastilina que en realidad eran fuel oil a lo grande. El PP acostumbra a resolver sus problemas rebautizándolos o encasquetándoselos al que viene detrás. En Las Palmas de Gran Canaria, donde se han padecido nada menos que doce años seguidos de gestión de ese partido, ya tienen sus propios hilillos, los de la pestilencia que fluye de una red de saneamiento que nadie se ha ocupado de actualizar pese a las advertencias. Es una de las herencias dejadas por Soria y Pepa junto a los dos centenares de millones de euros que calcula la actual mayoría gobernante que habrá que pagar entre sentencias perdidas y expropiaciones escondidas en los cajones de las oficinas municipales, sin contar los agujeros en las empresa públicas, que siguen dando disgustos sin fin. Es verdad, la gestión del PP desprende un tufo muy desagradable que todo lo invade.