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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Hoy abstención, ¿y con Arnáiz?

Ese gran empresario que siempre fue Germán Suárez está triste y le faltan los reflejos de antes, cuando el poder estaba configurado de otro modo más perverso. Nadie se explica ahora lo ocurrido en él último consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, mientras se adjudicaba una terminal pública de graneles en Arinaga, concurso al que Suárez concurría en una oferta liderada por Satocan. No era esa la propuesta mejor puntuada, lo que ya no es noticia, pero lo importante se produjo al llegar la votación, porque en ella, el empresario optó por abstenerse. Seguramente lo hizo de buena fe, cosa que no vamos a poner en duda, pero quizá debió haber tenido la ocurrencia de ausentarse, incluso en el debate previo, que es lo civilizado. Esta actitud nos hace pensar en cómo eran las cosas en la época de ese gran gestor que fué el señor Arnáiz. ¿Cabe pensar a la vista de lo visto que los consejeros votaban sus propios asuntos?

Ese gran empresario que siempre fue Germán Suárez está triste y le faltan los reflejos de antes, cuando el poder estaba configurado de otro modo más perverso. Nadie se explica ahora lo ocurrido en él último consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, mientras se adjudicaba una terminal pública de graneles en Arinaga, concurso al que Suárez concurría en una oferta liderada por Satocan. No era esa la propuesta mejor puntuada, lo que ya no es noticia, pero lo importante se produjo al llegar la votación, porque en ella, el empresario optó por abstenerse. Seguramente lo hizo de buena fe, cosa que no vamos a poner en duda, pero quizá debió haber tenido la ocurrencia de ausentarse, incluso en el debate previo, que es lo civilizado. Esta actitud nos hace pensar en cómo eran las cosas en la época de ese gran gestor que fué el señor Arnáiz. ¿Cabe pensar a la vista de lo visto que los consejeros votaban sus propios asuntos?