El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Otros inesperados damnificados
Es casi unánime el reconocimiento de la postura irreductible de José Miguel Pérez ante Arcadio Díaz Tejera, su eterno adversario por propia elección del senador. Es, como decíamos, el principal derrotado de este congreso, como se veía venir a lo largo de todo el proceso de renovación de la cúpula socialista. Ni siquiera Ferraz lo tuvo en cuenta cuando, semanas antes del conclave, convocó a los dos Pérez en la sede federal para sugerirles un acercamiento que Manuel Marcos rechazó. Arcadio llamó desairado y le contestaron que al fin y al cabo él se veía cada semana en el Senado con Leire Pajín y que ya le dirían algo. Junto a él, pero en el lado favorable a José Miguel Pérez, hubo otros damnificados que vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Es el caso, por ejemplo, de los socialistas santacruceros Gloria Rivero y Florentino Guzmán, que no entraron en la Ejecutiva finalmente. Dicen que por prudencia o por no encrespar más los ánimos de un PSC tinerfeño absolutamente roto cuya compostura será una de las más duras tareas que tenga que acometer el nuevo secretario general.
Es casi unánime el reconocimiento de la postura irreductible de José Miguel Pérez ante Arcadio Díaz Tejera, su eterno adversario por propia elección del senador. Es, como decíamos, el principal derrotado de este congreso, como se veía venir a lo largo de todo el proceso de renovación de la cúpula socialista. Ni siquiera Ferraz lo tuvo en cuenta cuando, semanas antes del conclave, convocó a los dos Pérez en la sede federal para sugerirles un acercamiento que Manuel Marcos rechazó. Arcadio llamó desairado y le contestaron que al fin y al cabo él se veía cada semana en el Senado con Leire Pajín y que ya le dirían algo. Junto a él, pero en el lado favorable a José Miguel Pérez, hubo otros damnificados que vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Es el caso, por ejemplo, de los socialistas santacruceros Gloria Rivero y Florentino Guzmán, que no entraron en la Ejecutiva finalmente. Dicen que por prudencia o por no encrespar más los ánimos de un PSC tinerfeño absolutamente roto cuya compostura será una de las más duras tareas que tenga que acometer el nuevo secretario general.