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El ingeniero Alberto Guerra se defiende

Ha contactado con nosotros el ingeniero Alberto Guerra, al que el PSOE atribuye el cobro de numerosas facturas de menor cuantía durante la etapa de Mercedes Roldós al frente de la Consejería de Sanidad. Sospechan los socialistas (y llegamos a sospechar nosotros) que, por la cuantía y el fraccionamiento de pagos, se trataba de una contratación encubierta de un asesor en materia de obras y auditorías de proyectos y optimización energética. Pero el interesado se defiende alegando que, efectivamente, ha facturado muchas veces importes inferiores a 18.000 euros porque que mantiene tres contratos con Sanidad (ahorro energético en servicios centrales, Hospital Insular y auditoría de obras), pero que en ningún caso se trata de un asesor en la sombra. Asegura Guerra que entró en Sanidad de la mano del que fuera jefe de Infraestructuras, el controvertido arquitecto Rafael Miranda, muy vinculado al ex jefe de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria José Setién, pero que una vez se marchó aquel, ha seguido contratando con la Administración. En 2009, según su versión, facturó algo menos de 200.000 euros por trabajos que puede acreditar, y en 2010, la facturación no ha superado los 183.000 euros. Y, a mayor abundamiento, lleva ocho meses sin cobrar. Se ha ofrecido a explicárselo todo al PSOE, lo que ponemos en conocimiento de los interesados para mejor proveer.

Ha contactado con nosotros el ingeniero Alberto Guerra, al que el PSOE atribuye el cobro de numerosas facturas de menor cuantía durante la etapa de Mercedes Roldós al frente de la Consejería de Sanidad. Sospechan los socialistas (y llegamos a sospechar nosotros) que, por la cuantía y el fraccionamiento de pagos, se trataba de una contratación encubierta de un asesor en materia de obras y auditorías de proyectos y optimización energética. Pero el interesado se defiende alegando que, efectivamente, ha facturado muchas veces importes inferiores a 18.000 euros porque que mantiene tres contratos con Sanidad (ahorro energético en servicios centrales, Hospital Insular y auditoría de obras), pero que en ningún caso se trata de un asesor en la sombra. Asegura Guerra que entró en Sanidad de la mano del que fuera jefe de Infraestructuras, el controvertido arquitecto Rafael Miranda, muy vinculado al ex jefe de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria José Setién, pero que una vez se marchó aquel, ha seguido contratando con la Administración. En 2009, según su versión, facturó algo menos de 200.000 euros por trabajos que puede acreditar, y en 2010, la facturación no ha superado los 183.000 euros. Y, a mayor abundamiento, lleva ocho meses sin cobrar. Se ha ofrecido a explicárselo todo al PSOE, lo que ponemos en conocimiento de los interesados para mejor proveer.