El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El insoportable ombliguismo de Lobo
A Juan Domínguez y a Antonio Hernández Lobo les habría venido muy bien esa entrada de CC en bloque en el gobierno insular de Gran Canaria. Salvarían su depauperada imagen política, podrían negociar sin genuflexión con el PP y éste mantendría intacta la alcaldía de Telde, que caerá del lado nacionalista más pronto que tarde para escarnio de Bravo de Laguna. Pero Barragán estuvo firme y no cedió un milímetro, como tampoco cedió Bañolas, ambos maestros en la noble especialidad atlética de la carrera de fondo, por mucho que sus respectivas panzas delaten lo contrario. Frustrado ese intento, a Hernández Lobo no le ha quedado otra alternativa que la de enrocarse en su acta de consejero y poner a su partido político a caer de un burro destapando el frasco de unas esencias que hasta ahora desconocíamos pudiera atesorar tan digno representante del nacionalismo canario. Tras su marcha, Lobo ha vaticinado el Apocalipsis, la desaparición de CC, el mismo partido que ha visto marcharse a algunos mucho más grandes que él como José Carlos Mauricio o Román Rodríguez, sin que se abrieran los celajes y cayeran las plagas de Egipto.
A Juan Domínguez y a Antonio Hernández Lobo les habría venido muy bien esa entrada de CC en bloque en el gobierno insular de Gran Canaria. Salvarían su depauperada imagen política, podrían negociar sin genuflexión con el PP y éste mantendría intacta la alcaldía de Telde, que caerá del lado nacionalista más pronto que tarde para escarnio de Bravo de Laguna. Pero Barragán estuvo firme y no cedió un milímetro, como tampoco cedió Bañolas, ambos maestros en la noble especialidad atlética de la carrera de fondo, por mucho que sus respectivas panzas delaten lo contrario. Frustrado ese intento, a Hernández Lobo no le ha quedado otra alternativa que la de enrocarse en su acta de consejero y poner a su partido político a caer de un burro destapando el frasco de unas esencias que hasta ahora desconocíamos pudiera atesorar tan digno representante del nacionalismo canario. Tras su marcha, Lobo ha vaticinado el Apocalipsis, la desaparición de CC, el mismo partido que ha visto marcharse a algunos mucho más grandes que él como José Carlos Mauricio o Román Rodríguez, sin que se abrieran los celajes y cayeran las plagas de Egipto.