La Insular apoya a la alcaldesa

Los seguidores de Concha Narváez aseguran que la crisis está controlada, que la también secretaria general tiene sus apoyos garantizados y que la lista cuenta con el respaldo total de la Ejecutiva Insular del PSC de Gran Canaria. Los críticos, no conformes con tales afirmaciones, han enviado a José Miguel Pérez, secretario general insular, un listado de 50 personas susceptibles de suplir a los candidatos que oferta Narváez, pero la dirección del partido se lava las manos y coloca la decisión en la Agrupación Local, en la que este viernes volarán hasta las sillas. Pilar Grande, vicesecretaria general, cuenta también con sus apoyos, entre otros esos 32 votos atribuidos a Pacuco Guedes entre los que se encuentra incluso el de su señora esposa de él. Sería absolutamente paradójico que Narváez perdiera una votación interna en su partido por culpa de la herencia de Pacuco Guedes que, por cierto, fue impuesto como candidato en 2003 por decisión de la comisión regional de listas del PSOE y tras una crisis de grandes dimensiones en la misma agrupación local. La historia y los errores se repiten sin que nadie ponga remedio.

Los seguidores de Concha Narváez aseguran que la crisis está controlada, que la también secretaria general tiene sus apoyos garantizados y que la lista cuenta con el respaldo total de la Ejecutiva Insular del PSC de Gran Canaria. Los críticos, no conformes con tales afirmaciones, han enviado a José Miguel Pérez, secretario general insular, un listado de 50 personas susceptibles de suplir a los candidatos que oferta Narváez, pero la dirección del partido se lava las manos y coloca la decisión en la Agrupación Local, en la que este viernes volarán hasta las sillas. Pilar Grande, vicesecretaria general, cuenta también con sus apoyos, entre otros esos 32 votos atribuidos a Pacuco Guedes entre los que se encuentra incluso el de su señora esposa de él. Sería absolutamente paradójico que Narváez perdiera una votación interna en su partido por culpa de la herencia de Pacuco Guedes que, por cierto, fue impuesto como candidato en 2003 por decisión de la comisión regional de listas del PSOE y tras una crisis de grandes dimensiones en la misma agrupación local. La historia y los errores se repiten sin que nadie ponga remedio.