No irá al congreso regional

La noche del miércoles en la Agrupación Socialista de Las Palmas de Gran Canaria no fue la más grandiosa de la carrera política de Arcadio Díaz Tejera. Ni tampoco la de los supuestos guardianes controladores de las esencias de esa agrupación local, los seguidores de Chano Franquis. O sí, según se mire. Dos listas bien diferenciadas concurrían para ocupar los puestos de delegados de la ciudad al Congreso Regional socialista, y los candidatos oficialistas se llevaron un buen revolcón. Es lo que tienen de bonitas las listas abiertas. Es cierto que Blas Trujillo, que ocupaba puesto en la lista de Arcadio, fue el más votado, pero hay que descender hasta el puesto número doce para encontrarse con el secretario general de la agrupación, Benito Cabrera, y al número 25 para leer el nombre del portavoz socialista en el consistorio de la ciudad, Arcadio Díaz Tejera. ¿Qué fue de aquellos apoyos inquebrantables? ¿Dónde fue a parar aquel ansiado liderazgo? ¿Qué han querido decir las bases a sus dirigentes?

La noche del miércoles en la Agrupación Socialista de Las Palmas de Gran Canaria no fue la más grandiosa de la carrera política de Arcadio Díaz Tejera. Ni tampoco la de los supuestos guardianes controladores de las esencias de esa agrupación local, los seguidores de Chano Franquis. O sí, según se mire. Dos listas bien diferenciadas concurrían para ocupar los puestos de delegados de la ciudad al Congreso Regional socialista, y los candidatos oficialistas se llevaron un buen revolcón. Es lo que tienen de bonitas las listas abiertas. Es cierto que Blas Trujillo, que ocupaba puesto en la lista de Arcadio, fue el más votado, pero hay que descender hasta el puesto número doce para encontrarse con el secretario general de la agrupación, Benito Cabrera, y al número 25 para leer el nombre del portavoz socialista en el consistorio de la ciudad, Arcadio Díaz Tejera. ¿Qué fue de aquellos apoyos inquebrantables? ¿Dónde fue a parar aquel ansiado liderazgo? ¿Qué han querido decir las bases a sus dirigentes?