El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Jarabo, jefe superior de Baleares
Continúa la escabechina en el Cuerpo Nacional de Policía tras la llegada a la cúpula de Ignacio Cosidó, nuevo director general. Ya han caído algunos de los más legendarios jefes superiores, como el de Cataluña, donde ha sido sustituido Narciso Ortega, ex jefe de Canarias, uno de los más directos destinatarios de aquella consigna del PP de cargarse a todo aquel que haya tenido que ver con investigaciones contra el partido que no hayan tenido luego recorrido penal. Ortega no ha sido propuesto para ninguna otra plaza, lo que contraviene el protocolo habitual para estos casos, pero ni siquiera en la tradición está siendo fino y elegante el nuevo Gobierno. El puesto de Canarias sigue sin tocarse aunque pocos apuestan por que Julián Márquez aguante la siguiente tanda de nombramientos. Para sustituirle suena el nombre de Sáenz Merino, comisario principal, exigencia esta que prometió cumplir el PP desde que su sindicato de cabecera, el SPP, ganara ante el Supremo en septiembre pasado un pleito sobre designación de puestos de libre designación. Una promesa que ya está incumpliendo el Gobierno alegando que sólo lo permite en las jefaturas de policía de regiones uniprovinciales, como es el caso de Baleares, para la que ha designado a un viejo conocido de Canarias, el comisario Antonio Jarabo, hasta ahora jefe de la comisaría de Maspalomas. Jarabo asciende especialmente gracias a su íntimo amigo Eugenio Pino, director adjunto operativo (DAO), el número uno de la Policía tras el director general.
Continúa la escabechina en el Cuerpo Nacional de Policía tras la llegada a la cúpula de Ignacio Cosidó, nuevo director general. Ya han caído algunos de los más legendarios jefes superiores, como el de Cataluña, donde ha sido sustituido Narciso Ortega, ex jefe de Canarias, uno de los más directos destinatarios de aquella consigna del PP de cargarse a todo aquel que haya tenido que ver con investigaciones contra el partido que no hayan tenido luego recorrido penal. Ortega no ha sido propuesto para ninguna otra plaza, lo que contraviene el protocolo habitual para estos casos, pero ni siquiera en la tradición está siendo fino y elegante el nuevo Gobierno. El puesto de Canarias sigue sin tocarse aunque pocos apuestan por que Julián Márquez aguante la siguiente tanda de nombramientos. Para sustituirle suena el nombre de Sáenz Merino, comisario principal, exigencia esta que prometió cumplir el PP desde que su sindicato de cabecera, el SPP, ganara ante el Supremo en septiembre pasado un pleito sobre designación de puestos de libre designación. Una promesa que ya está incumpliendo el Gobierno alegando que sólo lo permite en las jefaturas de policía de regiones uniprovinciales, como es el caso de Baleares, para la que ha designado a un viejo conocido de Canarias, el comisario Antonio Jarabo, hasta ahora jefe de la comisaría de Maspalomas. Jarabo asciende especialmente gracias a su íntimo amigo Eugenio Pino, director adjunto operativo (DAO), el número uno de la Policía tras el director general.