El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Juan Freire, inasequible al desaliento
Si Juan Pérez se llevó lo suyo (es el directivo de Esquível que menos tiempo ha estado despedido: lo echó don Javier por la mañana y lo volvió a contratar por la tarde), lo de Juanito Freire empieza a clamar al cielo. No habla en nombre de la empresa familiar, Freiremar, a la que quizás debiera prestar todas las atenciones del mundo, sino que lo hace como marioneta de Germán Suárez, que ni siquiera se presentó a la reunión del comité ejecutivo por encontrarse fuera de la isla. Freire, que ya ha perdido dos elecciones empresariales seguidas (más la elección de representantes en el Puerto), debe seguir intentándolo, aunque sea en la comunidad de propietarios de su edificio, para al menos tener la satisfacción de una victoria. Si no consiguió plaza en la Autoridad Portuaria, no debe estar siempre instalado en la perreta de imponer a los que sí la ganaron sus caprichos. El juego democrático tiene esas desgracias, qué se le va a hacer.
Si Juan Pérez se llevó lo suyo (es el directivo de Esquível que menos tiempo ha estado despedido: lo echó don Javier por la mañana y lo volvió a contratar por la tarde), lo de Juanito Freire empieza a clamar al cielo. No habla en nombre de la empresa familiar, Freiremar, a la que quizás debiera prestar todas las atenciones del mundo, sino que lo hace como marioneta de Germán Suárez, que ni siquiera se presentó a la reunión del comité ejecutivo por encontrarse fuera de la isla. Freire, que ya ha perdido dos elecciones empresariales seguidas (más la elección de representantes en el Puerto), debe seguir intentándolo, aunque sea en la comunidad de propietarios de su edificio, para al menos tener la satisfacción de una victoria. Si no consiguió plaza en la Autoridad Portuaria, no debe estar siempre instalado en la perreta de imponer a los que sí la ganaron sus caprichos. El juego democrático tiene esas desgracias, qué se le va a hacer.