El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Jugar como Holanda
Perdonen ustedes el considerable retraso que ha sufrido la publicación de esta sección, que procuramos ofrecer a nuestros lectores con cierta puntualidad para que la parroquia no nos lo afee. Pero las cosas del directo, del directo desde Suráfrica, nos han impedido sentarnos ante el ordenador con el fundamento debido. Lo primero, cómo no, felicitarnos todos, porque por primera vez en décadas hemos podido cambiar aquel ocurrente titular de “Jugamos como nunca y perdimos como siempre” por el de “Somos los mejores”. O, como muy certeramente hizo nuestro compañero Martín Alonso, que es más filósofo vital que futbolero, “Planeta rojo”, lo que no precisa mayor explicación. Lo siguiente, elogiar el estilo de la selección española en el más amplio significado de la palabra. Estilo en el juego y estilo en el comportamiento. En frente tuvo este domingo a un equipo que eligió una manera bastante chusca de jugar, de interpretar el reglamento al límite, de provocar en la creencia de que con el farfullo se termina siempre consiguiendo algún resultado. Esta vez no fue así, como es norma casi habitual, aunque se tenga que sufrir para que prevalezca la razón del fútbol. Y las otras también.
Perdonen ustedes el considerable retraso que ha sufrido la publicación de esta sección, que procuramos ofrecer a nuestros lectores con cierta puntualidad para que la parroquia no nos lo afee. Pero las cosas del directo, del directo desde Suráfrica, nos han impedido sentarnos ante el ordenador con el fundamento debido. Lo primero, cómo no, felicitarnos todos, porque por primera vez en décadas hemos podido cambiar aquel ocurrente titular de “Jugamos como nunca y perdimos como siempre” por el de “Somos los mejores”. O, como muy certeramente hizo nuestro compañero Martín Alonso, que es más filósofo vital que futbolero, “Planeta rojo”, lo que no precisa mayor explicación. Lo siguiente, elogiar el estilo de la selección española en el más amplio significado de la palabra. Estilo en el juego y estilo en el comportamiento. En frente tuvo este domingo a un equipo que eligió una manera bastante chusca de jugar, de interpretar el reglamento al límite, de provocar en la creencia de que con el farfullo se termina siempre consiguiendo algún resultado. Esta vez no fue así, como es norma casi habitual, aunque se tenga que sufrir para que prevalezca la razón del fútbol. Y las otras también.