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Opinión - La fiesta acaba de empezar. Por Esther Palomera

Larry también lo celebró

Menos comedido en la celebración se mostró Luis Larry Álvarez, que almorzó en un conocido restaurante en compañía de varios colaboradores del Gabinete de Prensa del Cabildo. Brindó, habló en voz alta de las cosas del tal Sosa, rió mucho y hasta se le vio satisfecho con lo que cree que se avecina de bueno. La nota triste para una jornada tan festiva la puso la confirmación oficial de que a su señora esposa de él, Teresa Cruz, la jefa de Gabinete y de Prensa de Arnáiz, le quedan muy pocos días, quizás lo que resta de mes, para tener que volver a pedir la reincorporación a la COPE en Las Palmas. Allí, en la radio, están muchos compañeros en un sin vivir porque ahora se presenta complicado el encaje. Menos mal que la señora Cruz mantuvo siempre la corresponsalía de El Mundo, y con eso se puede ir tirando. Por cierto, que tiemble Mayoral, porque en el diario de Pedrojota no tendrá ni cien días.

Menos comedido en la celebración se mostró Luis Larry Álvarez, que almorzó en un conocido restaurante en compañía de varios colaboradores del Gabinete de Prensa del Cabildo. Brindó, habló en voz alta de las cosas del tal Sosa, rió mucho y hasta se le vio satisfecho con lo que cree que se avecina de bueno. La nota triste para una jornada tan festiva la puso la confirmación oficial de que a su señora esposa de él, Teresa Cruz, la jefa de Gabinete y de Prensa de Arnáiz, le quedan muy pocos días, quizás lo que resta de mes, para tener que volver a pedir la reincorporación a la COPE en Las Palmas. Allí, en la radio, están muchos compañeros en un sin vivir porque ahora se presenta complicado el encaje. Menos mal que la señora Cruz mantuvo siempre la corresponsalía de El Mundo, y con eso se puede ir tirando. Por cierto, que tiemble Mayoral, porque en el diario de Pedrojota no tendrá ni cien días.