El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Lejos de Boabdil
Lloró Luis Soria cuando se despidió de los funcionarios porque reconoció que aquello le estaba entusiasmando mucho más de lo que se imaginó el día que su hermano lo tocó con la espada que le convertía en caballero de la tabla redonda. Soria, don Luis, confiesa desde hace tiempo en los círculos más íntimos que había descubierto tardíamente su vocación política y su capacidad para entregarse el servicio de los demás. De ahí que esta precipitada marcha le haya cogido con el paso cambiado y con muchos proyectos por rematar con los que demostrar sus capacidades. Por ejemplo, el gas, el concurso de potencia eólica, los tendidos eléctricos, la sociedad de la información... Una pena que no le hayan dado un poco más de tiempo.
Lloró Luis Soria cuando se despidió de los funcionarios porque reconoció que aquello le estaba entusiasmando mucho más de lo que se imaginó el día que su hermano lo tocó con la espada que le convertía en caballero de la tabla redonda. Soria, don Luis, confiesa desde hace tiempo en los círculos más íntimos que había descubierto tardíamente su vocación política y su capacidad para entregarse el servicio de los demás. De ahí que esta precipitada marcha le haya cogido con el paso cambiado y con muchos proyectos por rematar con los que demostrar sus capacidades. Por ejemplo, el gas, el concurso de potencia eólica, los tendidos eléctricos, la sociedad de la información... Una pena que no le hayan dado un poco más de tiempo.