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Localismo y tecnología

Nada, que no aprenden. Está demostrado de manera científica que marcando unos pocos dígitos uno puede hablar con cualquier parte del mundo que tenga teléfono y, a ser posible, luz eléctrica. Está demostrado también que hasta el fax se ha quedado anticuado con las cosas de Internet y lo que nos queda por ver de modo inmediato. Tan a mano estamos que cualquier cosa que digamos a través de cualquier procedimiento radioeléctrico puede ser utilizada en contra de uno mismo cuando menos se lo espere. Le ocurrió este jueves a Paulino Rivero, que estaba en Fuerteventura tan ricamente haciendo sus contactos con la gente de CC allí, y con los que no son de CC, tipo Fonfín Chacón. Pero ésa es otra historia. La que les queremos contar es que, aprovechando la turné, el presidente de Coalición se constituyó en Radio Sintonía, para que le hicieran una amplia entrevista. En ella, Paulino volvió a extenderse en la conocida teoría nacionalista de que el PP no es peor gracias a CC, y que el decretazo, la ley de calidad de la enseñanza y todos los males que padecemos, son más llevaderos porque el grupo canario ha metido mano y le ha dado un cariz progresista a la cuestión. Hasta se permitió hacer una incursión en el jardín de cómo nos ven de aplatanados los peninsulares. En fin, en su salsa. Tan relajado estaba Paulino Rivero que no pensó que algún oyente caritativo iba a telefonear a Madrid para contarle a Juan Fernando López Aguilar lo que escuchaba. López, que lleva una rachita respondona muy interesante, trincó el móvil y marcó el teléfono de Radio Sintonía. Llamaba desde el Congreso de los Diputados, donde precisamente no estaba trabajando el presidente de CC, lo que le dio pie para reprochar a los nacionalistas su “absentismo en los plenos y comisiones”, además, claro, de su “actitud sumisa” ante el PP. No vean cómo se puso Rivero, que acusó al PSOE de estar asustado ante CC, por lo que retó a López Aguilar a un debate público porque en ese preciso instante se tenía que marchar. Una pena porque podían haber tenido en ese momento el debate ansiado.

Nada, que no aprenden. Está demostrado de manera científica que marcando unos pocos dígitos uno puede hablar con cualquier parte del mundo que tenga teléfono y, a ser posible, luz eléctrica. Está demostrado también que hasta el fax se ha quedado anticuado con las cosas de Internet y lo que nos queda por ver de modo inmediato. Tan a mano estamos que cualquier cosa que digamos a través de cualquier procedimiento radioeléctrico puede ser utilizada en contra de uno mismo cuando menos se lo espere. Le ocurrió este jueves a Paulino Rivero, que estaba en Fuerteventura tan ricamente haciendo sus contactos con la gente de CC allí, y con los que no son de CC, tipo Fonfín Chacón. Pero ésa es otra historia. La que les queremos contar es que, aprovechando la turné, el presidente de Coalición se constituyó en Radio Sintonía, para que le hicieran una amplia entrevista. En ella, Paulino volvió a extenderse en la conocida teoría nacionalista de que el PP no es peor gracias a CC, y que el decretazo, la ley de calidad de la enseñanza y todos los males que padecemos, son más llevaderos porque el grupo canario ha metido mano y le ha dado un cariz progresista a la cuestión. Hasta se permitió hacer una incursión en el jardín de cómo nos ven de aplatanados los peninsulares. En fin, en su salsa. Tan relajado estaba Paulino Rivero que no pensó que algún oyente caritativo iba a telefonear a Madrid para contarle a Juan Fernando López Aguilar lo que escuchaba. López, que lleva una rachita respondona muy interesante, trincó el móvil y marcó el teléfono de Radio Sintonía. Llamaba desde el Congreso de los Diputados, donde precisamente no estaba trabajando el presidente de CC, lo que le dio pie para reprochar a los nacionalistas su “absentismo en los plenos y comisiones”, además, claro, de su “actitud sumisa” ante el PP. No vean cómo se puso Rivero, que acusó al PSOE de estar asustado ante CC, por lo que retó a López Aguilar a un debate público porque en ese preciso instante se tenía que marchar. Una pena porque podían haber tenido en ese momento el debate ansiado.