El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Luis Hernández tiene su teoría
A ver si se iban ustedes a creer que el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas sólo se dedica a adjudicar ampliaciones de diques y a proyectar frentes marítimos. También se ocupa de la seguridad de los recintos que preside, especialmente el de La Luz y Las Palmas, que tiene sus debilidades y sus fortalezas. El otro día nos contó, casi sin preguntarle, qué hubiera hecho él en caso de una crisis como la del Prestige en las inmediaciones de la isla de Gran Canaria. No dudó un segundo: ?Me hubiera traído el barco hasta el puerto, lo hubiera metido allí y lo vaciaría de inmediato; si se rompe, las propias barreras del puerto y las medidas anticontaminantes, lo hubieran aislado casi por completo?. No es una mala opción, decimos ahora tras ver lo mal que salió en Galicia alejar el problema para luego recuperarlo con intereses. No nos queremos ni imaginar si a don Luis se le hunde el bicho en la rada, a media milla y con las medidas que imaginamos que tenemos por aquí, que deben ser chinche por chinche de las que tienen los gallegos.
A ver si se iban ustedes a creer que el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas sólo se dedica a adjudicar ampliaciones de diques y a proyectar frentes marítimos. También se ocupa de la seguridad de los recintos que preside, especialmente el de La Luz y Las Palmas, que tiene sus debilidades y sus fortalezas. El otro día nos contó, casi sin preguntarle, qué hubiera hecho él en caso de una crisis como la del Prestige en las inmediaciones de la isla de Gran Canaria. No dudó un segundo: ?Me hubiera traído el barco hasta el puerto, lo hubiera metido allí y lo vaciaría de inmediato; si se rompe, las propias barreras del puerto y las medidas anticontaminantes, lo hubieran aislado casi por completo?. No es una mala opción, decimos ahora tras ver lo mal que salió en Galicia alejar el problema para luego recuperarlo con intereses. No nos queremos ni imaginar si a don Luis se le hunde el bicho en la rada, a media milla y con las medidas que imaginamos que tenemos por aquí, que deben ser chinche por chinche de las que tienen los gallegos.